¿Cómo explicar la importancia de la Revocación de Mandato? Con gusto les comparto, amigues, algunas de mis observaciones al respecto. Ahí les van:
La revocación de mandato en México, es como si en la elección presidencial sólo hubiera dos candidatos: Andres Manuel y López Obrador.
Es como si pagaras Netflix pero al abrir la app, solo hubiera disponibles producciones de Epigmenio Ibarra.
Es, como si fueras periodista opositor durante el porfiriato, y un gobierno estatal te manda traer por orden del Presidente de la República para hacerte cambiar de opinión dándote a elegir entre palo o palo.
Es como si, Díaz Ordaz fuera presidente ahorita y dijera… «Hemos sidos tolerantes con la voluntad del pueblo… Hasta excesos criticados».
Es como si Peña Nieto hubiera dicho, «Defenderé la casa blanca de mi esposa como un perro».
Es como si en un cónclave en el Vaticano, los cárdenales fueran de Morena y tuvieran que elegir entre Fernández Noroña y Alfredo Adame para ser el Papa.
Es como si fueras al estadio de futbol, a gritarle al portero del equipo visitante, «¡¡¡IIIINNNNEEEEEEEEE!!».
Es como si el INE en lugar de organizar elecciones, organizara la perpetuación de un nuevo partido hegemónico en México.
Como si Manuel Bartlett dijera, «Este fraude electoral no lo tiene ni Salinas de Gortari».
Como si los países con revocación de mandato en su constitución, (México, Ecuador, Bolivia y Venezuela) se hubieran copiado el mismo fragmento del manual del regímen autoritario en el Rincón del Vago.
Es como si el doctor te informara que tienes una enfermedad terminal, que te quedan tres años de vida de dolor y sufrimiento. Luego te pregunta, «¿Prefiere morirse dentro de tres años o desde ahorita ?» Y tu respondes con otra pregunta «¿Sin dolor, ni sufrimiento?» pero el doctor te para en seco, «¡No mame! Estamos en un hospital del IMSS, no en un spa».
En conclusión, la consulta para la revocación de mandato es una trampa, una trampa maldita, una trampa que poco a poco acabará con la vida democrática de México.