
MONTERREINA.- Una fotografía recorre las redes sociales de la Comunidad LGBT en la Capital de Nueva Leona, muchos pensarían que se trata de los efectos de la gentrificación en el primer cuadro de la Ciudad.
Tal vez no se equivoquen, pero otres, ven la demolición del inmueble ubicado en Ocampo No. 433, sede de algunos de los antros gay, más populares de la historia elegebetera local, durante casi dos décadas.
¿Quién no recuerda las largas filas para entrar a Taboo, a Baby Shower, a Rouge Club o un casi olvidado Quantum? antros, clubes nocturnos, «de ambiente», por no decir la frase completa «De ambiente gay», donde hombres, de todas las edades, incluso aún siendo menores, hallaron en aquél edificio color negro, de escaleras y que cada fin de semana era el punto de reunión de miles de jotos, lenchas y vestidas.

Algunos, integrantes de la Comunidad LGBT de Monterrey, recuerdan con nostalgia este espacio, que cesó actividades en marzo de 2022 pero que fue inaugurado a mediado de los 90s, donde Miguel Bosé ofreció un concierto aquella noche.
Isaac Juárez, recuerda haber estado ahí, en 1994, como parte del público, siendo una sopresa para él, la presencia de Miguel Bosé, durante la apertura de «Escena», algo que no se habia anunciado.
«Pocos antros me han impresionado a lo largo de toda mi vida de andar en el ambiente. La recepción que conocimos todos, un sillón circular, con iluminación tenue, candiles.
«Fue esa inauguración, muy majestuosa, con la crema y nata de Monterrey, afuera estaba lleno de guaruras y camionetas, una cosa impresionante. No hubo alfombra roja, no se usaban esas mamadas, que todo mundo se cree que está en los óscares».
Todo era como como un centro nocturno, con grandes escalinatas. Sí había un área para bailar, pero al entrar lo primero que encontrabas eran los accesos a los baños».
Y aunque aún no existía una completa tolerancia, Isaac, cuenta:
«Del lado derecho estaban los baños de los hombres y aunque el antro se manejaba como buga, como heterosexual, pero al calor de las copas y las drogas, ahí adentro pasaba de todo».
Esto, mucho antes de que el inmueble se dividiera en dos. Por el lado de la calle Hidalgo, se le conocería como «Escena» y por el lado de la calle Ocampo, sería el legendario «Taboo», el primer antro gay en tal ubicación y que fue un punto importante para la homosociabilidad en Monterrey, durante al menos dos décadas.