
Thomas Jenkins, un médico inglés de 28 años, enfrenta cargos contra la policía por habérsele insinuado a un presunto menor de 13 años, y haberlo tratado de convencer de tener relaciones sexuales sin condón.
En realidad se trataba de un policía encubierto, en una misión de caza de pederastas en redes sociales, y Jenkins pescó el anzuelo.

Al parecer, después de un día de trabajo en el hospital, Thomas asistiría a una orgía y habría consumido mefedrona (un potente estimulante sexual). No satisfecho, llegaría más tarde a su casa a cazar en Grindr y consumir más droga.
Esa noche, pasó un rato «cazando» a quien presuntamente era un niño de 13 años, y compartiría fotos obscenas de él mismo, pidiéndole que le describiese cómo es que perdió la virginidad, e incluso le sugirió, a quien él creía era un menor, tener sexo sin condón, porque, según en su experiencia como doctor, se siente más natural.
«¿Cómo te gustaría que te cogieran?», le preguntaría Thomas a policía de incógnito. Cabe resaltar que Jenkins ya había tenido problemas con la ley anteriormente, y precisamente por ofensas sexuales a menores mientras trabaja en la unidad psiquiátrica de Wrexham, en Gales del Norte.

En abril de este año, habría sido sentenciado a tres años de trabajo comunitario por el Manchester Crown Court, tras haber incitado a menores de entre 13 y 15 años a tener sexo con él en el psiquiátrico. También, habría firmado el Registro de Delincuentes Sexuales.
Su abogado, Alan Jenkins, lo defiende argumentando que «nunca ha hecho mal a nadie ni se ha aprovechado de algún menor. Siempre ha sido un buen médico y ha ayudado a la gente. No minimizo sus actos, pero destaco sus otras labores altruistas».
____________________________________________________
Con información de manchestereveningnew.co.uk