
Soy gay, mi mejor amigo es heterosexual y hace ocho años que somos amigos.
Jamás crucé la línea de la amistad pero resulta que después de una noche de alcohol y éxtasis nos fuimos a dormir.
En un momento el me abraza y siento que me apoya y la tenía erecta comenzamos una situación de movimiento y manoseos.
Pero de repente, él dice que yo lo estaba acosando y me dijo que me aproveché de la situación que él estaba dormido y que no se sintió cómodo con lo que hice.
Ahora dice que lo traicioné que él confiaba en mi pero no asume que quien comenzó todo fue él.
Y la verdad no sé como continuar por que esta angustiado y no quiere hablar más conmigo. Cristián, 20 años, Argentina.
Apreciable Cristián. Aquí tienes mi respuesta:
Los roses entre amigos, son tan comunes como los roses en el transporte público. Lo mejor es aceptar que éstos roses se van a dar eventualmente.
Sin embargo, algo que no se puede aceptar es que un amigo te arrime la mazacuata mientras duermes y sin tu consentimiento.
Esto, pues, aunado a los efectos de morfeo, el consumo de alcohol y/o drogas, pueden producir revaloraciones pasajeras de la orientación sexual o Lapsus Putus.
Durante estos episodios homoeróticos, los heterosexuales, suelen olvidar sus prejuicios de género para entregarse a una homosexualidad fugaz, que es precedida por un episodio de amnesia del orgullo, un trastorno psíquico que sólo les permite recordar lo que les conviene.
Diversos estudios científicos han demostrado que la heteroflexibilidad es directamente proporcional a la cantidad de alcohol ingerido menos la distancia entre sus genitales y espécimen masculino más cercano.
Mi consejo para ti, es entablar un diálogo directo con tu amigo, decirle que no tiene nada de qué avergonzarse y mostrarle las pruebas científicas de que sus probabilidades de encariñarse con tu ñonga, aumentan cuando está pedo.
¿Y Quién es él para oponerse a la Ciencia? Exacto, nadie.