Hace poco menos de un año, perdería la vida uno de los mandatarios, revolucionarios y políticos más polémicos del siglo XX: sí, estamos hablando de Fidel Castro.
La muerte del militar significaría la apertura de Cuba hacia el siglo XXI: se permitiría que el mundo conociera mejor su forma de vida, a través de los ojos de artistas que viajaron a la isla caribeña para documentar su forma de vida.
Uno de esos artistas es el inglés Joshua Osborne. Aquél viaje suyo de verano que se supone serían vacaciones, terminó convirtiéndose en un proyecto artístico: Habanaboy.
Joshua notó que había muchos más hombres que mujeres en Cuba, y que estos no eran nada tímidos: sus rostros amables, sus cuerpos tonificados, sus pieles de bronce y su disposición para ser retratados por la lente de Osborne, hicieron que el artista, de manera voluntaria o no, realizase una obra que proyecta la masculinidad en Cuba.
La masculinidad en Cuba no es la misma que las demás partes del mundo: después de haber vivido durante años en un régimen que los aislaba con el mundo, estos chicos no tienen la menor preocupación por ser «machos alfa», sino que ellos mismos han construido su propio ideal de lo que significa ser un hombre.
El concepto de lo que significa ser hombre en Cuba, no ha sido contaminado por el pensamiento americano: los cubanos conservan su sentido de pertenencia, su idea de masculinidad y la necesidad de preservarse a sí mismos.
Si deseas ver más de su trabajo, te invitamos a que hagas clic en la pagina oficial de Joshua Osborne, pues su trabajo, estamos seguros, te gustará.
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Con información de joshuaosborne.net y de culturacolectiva.com