
Edgar Sabdiel Cortés López, nació el 16 de julio de 1992, en Jalisco. Siendo aún pequeño, su familia se trasladó a Monterrey, donde Edgar creció y se desarrolló como fotógrafo editorial y de eventos sociales, con aspiraciones de convertirse en cineasta.
Desde sus estudios de preparatoria en la Universidad del Norte, Edgar, mostró interés por la Fotografía, arte que perfeccionó y cultivó gracias a la profesión de uno de sus hermanos mayores.
Edgar, era un joven, sencillo, amiguero, sensible y gentil, virtudes gracias a las cuales, detrás de la cámara, lograba que sus modelos, posaran con confianza para lograr el encuadre deseado.
Algo curioso sobre Edgar, es que no distinguía ciertos colores, lo que según él, influía en los tonos de las imágenes que captaba con su cámara, así también, en los colores que solía vestir: Blanco, negro, gris y azul.

Algunos de los primeros pasos públicos de Edgar en la Fotografía, a sus 20 años, quedaron plasmados en los inicios de Ulisex!Mgzn, durante el segundo año, desde 2009 y hasta 2013, aportó su creatividad y talento, realizando las fotografías de cinco portadas, en las ediciones, 72, 80, 83, 86 y 88. Además en las ediciones 61 y 70, él mismo fue el modelo del cover de U!M.
En esa misma época, Edgar, realizaba fotografías para la diseñadora, Steph Orozco, quien ese mismo año se había hecho conocida internacionalmente por la tercera temporada del programa, «Project Runway Latinoamérica».


Gracias a su trabajo como fotógrafo, junto a su hermano Gustavo, Edgar, pudo viajar a varias partes del país, lo que eventualmente lo llevó a mudarse de Monterrey, a Mérida, Yucatán, donde radicaba desde hace cerca de tres años.
El pasado 3 de diciembre, Edgar, a los 28 años, tomó la decisión más difícil, pues de acuerdo con medios locales, se habría quitado la vida, en su casa, en Mérida, lo que causó profunda consternación a su familia, amigos y personas que seguían su trabajo como fotógrafo.
Le sobreviven, su madre, Xóchitl López, su hermana menor, Valeria y sus dos hermanos mayores, Gustavo y Fernando Cortés.
A la memoria de Edgar, se suman cientos de fotografías, tanto de modelos como de sus allegados, que constatan su habilidad para captar la belleza de las personas a través de la lente, así como el recuerdo de su persona, siempre sensible, amable, empático y de gran sencillez.

«Quiero ser feliz, pero creo que en las cosas que me hacen triste. Soy un flojo, pero ambicioso. No me gusto a mí mismo, pero me encanta lo que soy. A veces digo «No me importa» pero la verdad es que sí. Soy una paradoja».
Edgar Cortés
