
¿Qué está pasando?
A 10 años de la histórica decisión del caso Obergefell vs. Hodges que legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo Estados Unidos, este derecho fundamental enfrenta una amenaza real y creciente. La alerta ha saltado debido a la composición actual de la Corte Suprema, que se ha inclinado hacia la derecha, y a la reciente petición de una antigua funcionaria que se opuso a la ley.
El desafío de Kim Davis y el contexto legal
El catalizador de esta nueva disputa legal es Kim Davis, la exsecretaria del condado de Kentucky que fue encarcelada en 2015 por negarse a emitir licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo, alegando motivos religiosos. Davis ha presentado una nueva petición argumentando que el fallo de la Corte Suprema de hace una década fue «atrozmente erróneo» y que la Primera Enmienda debería proteger sus creencias religiosas como funcionaria pública.
Aunque expertos legales consideran que la petición de Davis tiene pocas probabilidades de prosperar, el contexto político ha encendido las alarmas en la comunidad LGBTQ+. La Corte Suprema ha mostrado su disposición a revisar fallos históricos, lo que ha generado un ambiente de incertidumbre.
La postura de Donald Trump en la mira
La situación se complica con la figura de Donald Trump, cuya postura sobre el matrimonio igualitario ha sido inconsistente. En el pasado, Trump ha dicho que respeta la decisión de la Corte Suprema. Sin embargo, su administración fue responsable de nombrar a jueces conservadores que ahora forman parte de la mayoría en la Corte Suprema, un factor clave que ha hecho posible la amenaza actual. La comunidad LGBTQ+ y sus aliados están vigilantes ante cualquier señal que pueda indicar un retroceso en los derechos ya conseguidos.
¿Qué sigue?
La Corte Suprema decidirá a finales de septiembre si acepta o no el caso de Kim Davis. Mientras tanto, el número de legisladores conservadores que se oponen a los derechos matrimoniales de las parejas del mismo sexo ha ido en aumento, y en 2025, varios estados han propuesto leyes para bloquear las licencias de matrimonio LGBTQ+. El futuro de este derecho, que muchos daban por sentado, se encuentra ahora en un limbo legal y político.