El nuevo orden mundial será homofóbico

El mundo observa con un ojo, a Rusia, intentando tomar el territorio de Ucrania, mientras que con el otro ojo, mira cómo Estados Unidos, busca detener la avanzada rusa con sanciones económicas que no han sido capaces de frenar las aspiraciones putinianas. En los medios internacionales, se habla de cómo estas acción e inacción representan una señal del nuevo orden mundial, o sea, cuando una nueva potencia pretende arrebatar hegemonia en el planeta. Algo que nuestra generación sólo ha visto detentar a Estados Unidos, ahora es buscado con determinación por Rusia, ante los ojos del mundo, pero también de China, nación que no obstante ha sido adversaria de la Unión Soviética, es hoy el principal aliado de Moscú.

Ahora bien, la hegemonía de Los Estados Unidos, determinada tras poner fin a la Segunda Guerra Mundial, dividió al mundo en Oriente y Occidente, polos opuestos, no sólo en el sentido geográfico, sino también, en el pensamiento político,

Así, lo que en Occidente es, tecnología, ciencia, democracia, capitalismo y Derechos Humanos, en Oriente, es nacionalismo, fundamentalismo, totalitarismo, socialismo y desigualdad.

Un ejemplo ad hoc respecto a la diversidad sexual es que mientras en los países occidentales, como México, se lucha por la igualdad en Derechos tanto para las mujeres o las personas LGBT, en países orientales, como Irán, se azota a las mujeres en público y se ejecuta a los homosexuales.

Sin embargo, hay que reconocer que México es un aliado de segunda importancia para los Estados Unidos, del mismo modo que Irán lo es de Rusia. Asignando así, los roles de potencias líderes a Washington y a Moscú, respectivamente.

Sentadas las bases para proyectar un escenario a futuro, tanto Rusia, como China, representan un bloque que reune importantes extremos opuestos respecto a Estados Unidos y el grupo occidental, en el que se coloca México.

En el mundo, tal cual lo conocemos, se lucha por las libertades y contra la discriminación. En Rusia se censura a la Comunidad LGBT y se apoyan los crimenes de odio de regiones como Chechenia.

Por lo que un aumento de la presencia de Rusia en todo el mundo, eminentementre conlleva un crecimiento directamente proporcional del discurtso anti-LGBT, homofóbico y de odio, característico del líder ruso, Vladimir Putin, autor de la invación a Ucrania.

¿Qué efectos tendrá eso para las comunidades LGBT en el resto del mundo? Eso es incierto, de lo que estamos seguros es de que tales afectaciones a China, le valen «pula velga».

Que nuestro Dios occidental nos ampare.