¿Qué es un ícono LGBT+? Un ícono LGBT+ es una celebridad o personaje público que sirve como modelo o referencia de la comunidad LGBT+.
Esto se debe a de alguna manera, se han convertido en modelos a seguir y figuras de influencia para la comunidad. Un ícono LGBT+ no debe de ser forzosamente una celebridad del mundo del espectáculo. Hay también figuras históricas que pueden ser consideradas modelo de influencia y de impacto para el colectivo.
Tampoco necesitan pertenecer a la comunidad. De hecho, la mayoría de los íconos gay han sido personas heterosexuales. Dichas figuras son veneradas dentro de la comunidad, que las ve como un estandarte y figura de impacto, ya sea por un aspecto de su vida pública o personal, algún trabajo que haya causado impacto dentro del colectivo, o bien debido a su físico o personalidad que incluso puede ser imitada o adoptada por miembros del colectivo.
Un ejemplo muy claro de ello: la actriz estadounidense Judy Garland (1922-1969) quien se convirtió en uno de los íconos gay más celebrados de la historia por su trabajo en Hollywood (específicamente la película «The Wizard of Oz» (1939), que es considerada modelo de referencia del colectivo LGBT+ y también por el impacto e influencia que causó en los disturbios de Stonewall, que marcaron los inicios de las marchas del orgullo LGBT+ a nivel mundial).
Ahora bien, a nivel mundial podríamos mencionar a muchos íconos: Madonna, Cher, Freddie Mercury, Elizabeth Taylor, Britney Spears, Lady Gaga. Pero ¿Qué hay de México? ¿Qué figuras mexicanas pueden ser consideradas como íconos y modelos de influencia para la comunidad LGBT+ mexicana? Ahora hablaremos un poco de las figuras femeninas mexicanas que merecen el honor de ser reconocidas como tales.
María Félix
Quizá el primer ícono gay que conoció México fue la actriz María Félix (1914-2002), estrella de la llamada Época de Oro del Cine Mexicano.
María era muy diferente a las actrices tradicionalmente sumisas que veíamos en el celuloide mexicano. Ella no era la novia dulce ni la madre abnegada.
Era la mujer altanera e inalcanzable por la que los hombres sufrían y que adoptaba, en ciertos momentos, características y atributos más identificados socialmente con el género masculino.
Su voz fuerte, carácter autoritario y proverbial sentido del humor, sumados con su milagrosa belleza física y exótica elegancia, convirtieron a María Félix en un ídolo del colectivo ¿Qué travesti que se precie no ha imitado a María alguna vez en su vida?
Alaska
Uno de los íconos gay más celebrados de Habla Hispana es la cantante Alaska.
Pues quizá muchos no los sepan, pero Alaska es mexicana de nacimiento. Alaska es un ícono y pilar de la llamada Movida Madrileña, un movimiento cultural de liberación que atravesó España luego de liberarse de la dictadura franquista.
Musa del cine de Almodóvar, poseedora de una imagen extravagante y misteriosa y estrella del género del electro-pop, Alaska además se ha sumado a muchos movimientos sociales en apoyo al colectivo LGBT+.
Ella es uno de los íconos más grandes. ¿Quién no reconoce el tema musical ¿A quién le importa? como un himno del colectivo? Y reitero: Alaska es «mitad mexicana».
Lucía Méndez
Un ícono muy curioso es la actriz y cantante Lucía Méndez. ¿Por qué? Pues por que Lucía Méndez fue una de las estrellas más grandes de la televisión mexicana, específicamente del género de las telenovelas.
En la década de los 1980s, una de las figuras más célebres de las famosas telenovelas mexicanas era Lucía.
A ella se le deben telenovelas icónicas de la historia del género en el mundo como Colorina (1980) o El extraño retorno de Diana Salazar (1988), telenovelas que paralizaron a México y varios países más rompiendo récords de audiencia.
Hay que reconocer que Lucía Méndez se atrevía a realizar telenovelas que rompían moldes dentro del género del melodrama. Luego se lanzó también como cantante. En esa época, la carrera, estrellato y belleza de Lucía era considerado modelo a seguir por muchas personas del colectivo.
Lucía también fue una de las primera celebridades mexicanas abiertamente gay friendly. Por ello, no es de extrañarse que muchos miembros del colectivo la consideren una diva.
Otro ícono muy importante en nuestro país es la cantante Yuri. Tal vez Yuri sea la celebridad mexicana más imitada en los shows travestis en la historia. ¿La razón? Es rubia.
Esta razón que podría parecer muy poco trascendental resulta de mucho peso en el caso de Yuri. En México, la gente rubia es una minoría. La influencia de Hollywood y los güeritos del país vecino está muy arraigada en México.
En esa época en México, las cantantes contemporáneas de Yuri eran morenas o castañas. No en balde a Yuri se le llamó en un momento la «Madonna mexicana».
Ahora que hay que remarcar que Yuri tiene un gran mérito. Tiene un talento vocal realmente impresionante, una gran simpatía y carisma, un repertorio musical muy extenso y una creatividad que le ha permitido mantenerse vigente y a la vanguardia con espectáculos de lo más decoroso que hay en la escena musical mexicana contemporánea.
Las creencias religiosas de Yuri en un momento le han enfrentado a la polémica por su postura ante ciertos temas de la comunidad LGBT+ pero, sin duda alguna, al menos el 70 por ciento del público que abarrota los recintos donde Yuri se presenta es LGBT+. Y las travestis la siguen imitando. Vean seriales como La casa de las flores o Veneno ¡Allí suena Yuri!
Gloria Trevi
Sin duda alguna, una de los más célebres íconos LGBT+ del país es la cantante Gloria Trevi. ¿La razón? El estilo irreverente y transgresor de Trevi a los inicios de su carrera, que contrastaba profundamente por las pautas marcadas por otras cantantes pop contemporáneas que proyectaban una imagen dulce, cándida, que evocaba a la «niña perfecta». Trevi, en los inicios de su carrera a finales de los 1980s y principios de los 1990s, causó impacto con su imagen desaliñada, agresiva y salvaje.
La letra de sus canciones reflejaba la rebeldía de la juventud. Muchas adolescentes se sentían identificadas con esa imagen rebelde de la Trevi Y por supuesto, el colectivo LGBT+ también se vio reflejado en ese estilo de «figura marginal» de la sociedad conservadora.
Recordemos también algunos aspectos personales de la vida de la Trevi. Fue una mujer que purgó una condena en prisión y se vio en el escándalo y el escrutinio público, independientemente de su cuestionada responsabilidad en los actos que se le imputaron.
Por supuesto que Trevi supo aprovechar muy bien esa imagen de «icono de los incomprendidos» que proyectaba, sobre todo después de su retorno a su carrera musical en la década de los 2000s. Hoy en día, la Trevi tiene en la comunidad LGBT+ a uno de los sectores más importantes de sus seguidores. Y ella lo sabe muy bien.
Thalía y Paulina Rubio
Las cantantes Paulina Rubio y Thalía son otros íconos muy importantes del colectivo LGBT+. Son, hasta ahora, las cantantes pop más populares y trascendentales que han existido en México.
Ambas surgieron del grupo musical Timbiriche y han «protagonizado» una «rivalidad» profesional y supuestamente personal muy manoseada en los medios. Paulina también es rubia.
En una época de su carrera se vestía de color dorado y se le llamaba la «La chica dorada». Polémica, rodeada siempre de escándalo, irreverente y dueña de una personalidad muy singular (amada por muchos, odiada por otros tantos), Paulina causó, en sus mejores momentos, mucho ruido en el colectivo LGBT+.
Por su parte, Thalía ha sido llamada «La Emperatriz de la Belleza». En los inicios de su carrera, Thalía tenía un estilo algo rudo y mucho más transgresor que el de Paulina.
Más tarde se fue suavizando y adoptó esa imagen dulce que se explotó hasta el cansancio en sus famosas y cursis telenovelas, que le dieron la vuelta al mundo. Con una belleza vendida por los medios como «perfecta», miles de chicas travestis y chicas trans encontraron como referente físico a Thalía.
Lorena Herrera
Para finalizar, hablaremos del caso más curioso dentro de la lista: Lorena Herrera, actriz mexicana que alcanzó popularidad mediática en México a fines de los 1980s por su exuberante belleza, explotada en telenovelas, películas y videohomes.
Rubia, de tez bronceada, alta y de cuerpo sumamente esculpido, Lorena se convirtió en todo un sex symbol. A fines de los 1990s, Herrera se lanzó como cantante con un estilo musical dance pop. Su estilo era un tanto kitsch y pegó fuerte en el colectivo LGBT+, amante de propuestas musicales poco convencionales. Lorena sabe muy bien el impacto que causa en la comunidad.
En un momento, se corrió un gracioso rumor que afirmaba que era una mujer trans debido a sus facciones fuertes, estatura y físico descomunal. ¿Y por que no sacarle partido a la situación? A mediados de los 2010’s, Herrera decidió auto producirse una serie de singles musicales que rompieron las redes sociales, acompañados de unos videos musicales bastante bien producidos.
El objetivo era muy claro: el colectivo LGBT+ . Y la cosa funcionó. Lorena se convirtió en una estrella adorada por la comunidad y reina de los antros gay. Su propuesta es creativa, pues juega muy bien con las frases, arquetipos y clichés del colectivo LGBT+. Además, detrás de su trabajo, Lorena siempre apoya causas sociales, por lo que su propuesta, además de simpática, es digna.