Orgullo y prejuicio: LGBT’s ante el Frente Nacional por la Familia en Monterrey

La convocatoria fue repentina pero no improvisada, un pequeño grupo de chavas y chavos comenzaron a correr la voz y a invitar aliados de todo tipo para pronunciarse a favor de la equidad y la diversidad. Universitarios, artistas, profesionistas, familias, colectivos, organizaciones civiles atendieron al llamado, haciendo contrapeso a la sinrazón promovida por el Frente Nacional por la Familia el pasado sábado en todo el País.

La Plaza de los Héroes de Monterrey, se llenaba poco a poco desde temprano. Primero con el mobiliario, una gran tarima, una gran pantalla, grandes globos, todo patrocinado con grandes prejuicios, luego, llegada la tarde, cientos de personas desde todas direcciones se congregaron hasta llenar en un 80 por ciento el cuadro principal.

En aquella masa uniformada de blanco, sobresalía en el lado sur sobre la escalinata que desemboca a la plaza, un grupo menor, era la comunidad LGBT de Nuevo León que compuesta de valientes de todas las edades y zonas del área conurbada, se veían cara a cara con los fans de los promotores del odio: Iglesia y organizaciones religiosas.

A veces se topaban con sonrisas amables, otras con caras duras, unas tantas ocasiones más vimos las miradas de lástima porque “todos ellos se van a ir al infierno”, le comentaba una señora enfundada en su uniforme blanco a otro par de amigas igualmente ataviadas y a un par de niñas cuya expresión dejaba notar que no entendían muy bien de qué hablaba pero que le creían. Se podía ver en su expresión porque ya no están muy de moda las máscaras blancas en forma de pico hechas de tela.

“No los odiamos, sólo odiamos al pecado”, “Hombre y Mujer porque Dios así lo quiso”, “Defendamos la familia”, “el lobby homosexual”, “el gaymonio”, “la dictadura gay”, “la minoría que quiere imponer sus modas”, “la perversión”… Desde el enorme equipo de sonido, retumbaban por la plaza sus argumentos que contravenían su discurso de amor y paz.

Había personas ignorantes de la realidad y eran la mayoría. No entendían que no se puede discriminar a nadie en México. Se llenaban la boca cuando los abordaban otros medios con fragmentos del discurso más homofóbico y fundamentalista. Algunos avezados hasta se hicieron de palabras tratando de convencer a más de una u otro de los integrantes del grupo elegebeté de que “viven en el error”, llamaban la atención del gentío y sus cámaras, de los elementos de seguridad que estaban ahí y que hacíamos de público en estos debates improvisados.

Sobre una gran bandera de arcoiris que comenzaba en la parte superior de los jardines y bajaba cubriendo toda la escalinata principal hacia la plaza, los cientos de promotores de “la familia natural”, atravesaban el espacio de la Jornada Cultural por la Equidad y la Diversidad que bajo un pequeño toldo y sobre la misma bandera monumental, en el descanso central de las escaleras, presentó a poetas, bailarines, performanceros, dj’s, cantantes, músicos, artistas de toda índole que defendieron la legalidad de su derecho a la no discriminación.

La banderota estorbaba, la gente se tropezaba pero era la alfombra que recibía a los ciudadanos para enterar a todos de que la diversidad estaba ahí. Primero algunas Juanas y sus tambores, callaron con batucada, hasta donde se podía, el discurso homofóbico del mitin del Frente Nacional por la Familia, luego comenzó el festival cultural de la diversidad. A Fernanda Reinert, Sahian Sheccid y Rubén Ávila se les vio atendiendo medios de comunicación, Estefanía Monroy, revisaba el equipo de sonido. Uno a uno, los números del programa de la Jornada por la Equidad y la Diversidad, aunque menos producidos fueron más y se extendieron hasta terminado el mitin de enfrente, donde previamente se pudo ver a Melisa García desplegando una bandera multicolor ante el escenario de la homofobia y rodeada un par de miles de personas contrarias a sus derechos.

Triunfantes, chicas y chicos bailaron, cantaron, dijeron. Edgar D. Santos, del equipo de U!M tuvo tiempo al  micrófono para invitar a los presentes a Demolición del Género: Temporada de Arte para Derribar Mitos Sexo-Genéricos, ante cuyo promocional, algunos de los defensores del matrimonio entre hombre y mujer pelaban los ojos, otros evitaban mirar el cuerno de la “Cebra  Hipergénero” de Villafranco y hubo quien, hasta le tapó los ojos a su hijo.

Al día siguiente, aunque los medios locales retrataron la enorme movilización de los grupos promotores del discurso de discriminación, en la comunidad LGBT y sus redes sociales, se manifestaba el ánimo de victoria por el orgullo gay  que había superado a la vergüenza y al prejuicio del mitin contra el Matrimonio Igualitario. Todxs estaban felices.
Se prevé que entre el 20 y 22 de noviembre, se discuta el tema en la Cámara de Diputados. Mientras que hoy, en el Congreso local a las 19:00 horas, se ha anunciado una disque conferencia de uno de los principales detractores de los derechos de las personas LGBT en México. ¿Qué sigue?