Una nueva experiencia en gimnasios ha surgido en la capital de Francia. Los parisinos han dividido sus opiniones al respecto ya que se trata de una innovación, al menos para la sociedad actual, en el atuendo para hacer ejercicio. Básicamente es no llevarlo, es decir, ejercitarse en pelotas.
El gimnasio Roger Le Gall, ha estremesido las mentes de los limpiadores compulsivos y ha comenzado a satisfacer a quienes buscan una experiencia similar a las de la antigua Grecia, donde sin importar el sudor y los gérmenes, los hombres de aquella época buscaban la perfección de sus cuerpos para emular a los dioses.
Aunque para adaptarse a las normas sanitarias de tres mil años después, este gimnasio sólo funciona tres horas por día y al terminar la jornada, un proceso de limpieza y desinfección de los aparatos es realizado por el personal del lugar.
Ahora es uno de los espacios de moda en París, pese a que únicamente 19 personas por noche pueden estar en alguna de sus salas.
Además, los lunes, martes y viernes, los visitantes que no son socios del gimnasio también pueden participar, pagando 10 euros, ($210 pesos mexicanos). Claro luego de llegar al primer turno en la prolongada lista de espera.
Y claro, no pasará mucho tiempo para el concepto sea aplicado en otros lugares.
