

La artista visual, compositora y escritora Iraní – holandesa Sevdaliza, estrena su nuevo cortometraje «SHAHMARAN» (palabra de origen persa que describe a una princesa mitológica) junto con su compañero, el director Emmanuel Adjei. Sin duda es una clara representación de la opresión, ejemplificado por hombres afroamericanos:

«La mayoría de los hombres afroamericanos hoy en día llevan la carga de sus antepasados, nacen en un ambiente que limita su libertad», dice Adjei. «Atraídos por el sueño de tener poder y éxito, se aferran a la imagen de una falsa idea de autonomía y triunfo. Esta clase de libertad ha esclavizado a estos hombres nuevamente. Encadenándose a una fantasía a menudo de origen materialista y es lo que los mantiene en pie durante la supervivencia. Se han convertido en víctimas de sus adicciones de poder y materialismo.»

El audiovisual nos narra la vida de un sujeto tratando de liberarse de una tormentosa vida de esclavitud, para después darse cuenta que lo mas importante era lo invisible ante sus ojos, el agua. La conexión con la naturaleza se vuelve requerimiento de su sobrevivencia, el elixir para desafiar cualquier opresión. Sin la esencia o el instinto, deja de ser humano, merodeando alrededor del mundo, dejando que otros tomen ventaja de su esfuerzo.


El sujeto entra a la cabida de su ilusión, como reflejo de sus deseos banales.
Al fondo de la habitación esta recostada la princesa Sevdaliza, el la ignora y va directamente a tomar de el líquido que yace debajo de ella, sin saber realmente lo que era.
Aquí el video, con los lyrics en español en la parte inferior:
SEVDALIZA – SHAHMARAN
Order Shabrang!
Pesaría un millón de libras si, fueras gravedad
tomaría un billón de píldoras, si me diera sensatez.
El tiempo me ha pasado
Triture mi dolor con el vicio.
Para ojos concedidos
aparecimos por debajo de la luz.
Los defectos que nos perfeccionan
y todas las afecciones.
A medida que nos infectan, el amor no pudo ayudarnos.
Ooh, te arrastras debajo de mí.
Moriría un millón de muertes, y tú me resucitarías.
Caería un billón de veces, pero tú no me dejarías.
No me dejarías.
Los defectos que nos perfeccionan
y todas las afecciones.
A medida que nos infectan, el amor no pudo ayudarnos.
¿A dónde iría?
¿A dónde iría?
¿A dónde iría?
¿A dónde iría?