Ulisex!Mgzn 111 / Ironías del culto a la muerte

Desde hace varios meses tomamos la decisión de publicar la edición de esta temporada con este tema en la portada. La desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa en Guerrero en septiembre de 2014, representa la muerte de 43 jóvenes que muchos se niegan a ver y es una herida que como mexicanos, si lo permitimos, quedará sin cerrar por mucho tiempo.

Porque a esas muertes violentas, se pueden sumar las de decenas de miles de niños, jóvenes, indígenas, migrantes, mujeres, chicas trans y homosexuales, en la lista de desaparecidos, de la cual, podemos asumir que la gran mayoría en realidad han sido asesinados, esto no es difícil suponer, en un país donde cada masacre ha evidenciado la desnutrición de nuestro Estado de Derecho, del cual sólo se ha perfeccionado el maquillaje que cubre su real deterioro.

Es la esperanza de los padres, el sentir de las víctimas o un móvil político, lo que nos lleva a adentrarnos en una espiral de indignación y dolor sin sentido. Sin sentido, porque desde las matanzas de Tlatelolco (1968), Corpus Christi (1971) , Acteal (1997) o San Fernando (2010), en realidad poco ha cambiado, la impunidad persiste y cada crimen sin resolver aumenta la sangre en las manos del gobierno inoperante, cooperante o de plano ejecutante de la desgracia nacional.

Y fue esa imagen la que quisimos plasmar en nuestra página principal, dejar un recordatorio en la edición 111 de U!M sobre los cientos de miles de muertes violentas que han ocurrido a la sombra de la corrupción y la impunidad. La obra, creada por Ismael Villafranco, ¿Retrata la naturaleza irónica de los mexicanos y su culto a la muerte? Como sea, esta es la segunda vez que Villafranco, el cover de Ulisex!Mgzn y la Muerte coinciden en estas fechas (Risas lacónicas).

Pero además, es la primera vez, que nuestra portada da un salto lejos del que hemos denominado, “jotocentrismo editorial”, para representar gracias a un artista buga, un tema quizás alejado de los intereses del ambiente LGBT, pero relacionado a final de cuentas, con las propias muertes y crímenes de odio que se han cometido que han quedado en el olvido sin respuesta y sin castigo para los culpables.

Sea pues U!M 111 un recordatorio, incómodo quizás, un llamado a que nuestros lectores y la comunidad LGBT pongan sus ojos en la relación que hay entre las muertes por homofobia y los asesinatos ocurridos en el contexto de la violencia y el crimen organizado. Ahí es donde todos somos partes del problema, pero también de la solución.ᴥ
Edgar B. Bryand

editor@ulisexmgzn.com