
Según la Historia, África es el continente donde apareció el ser humano.
Sin embargo, hoy en día, probablemente es uno de los últimos lugares donde a una persona le gustaría habitar. Sobre todo, a una persona perteneciente a la diversidad sexual.
De los treinta países más pobres y menos desarrollados del mundo, veinticinco se encuentran en el África Negra. Las enfermedades, los conflictos armados, la ignorancia, la miseria, el oscurantismo, el clima y las hambrunas, han convertido al continente en un auténtico caos. Las esperanzas de desarrollo en el África son muy bajas.

Ser LGBT+ en el África
Como ya se comentaba líneas arriba, la población sexualmente diversa del Continente Negro se encuentra en un sector especialmente vulnerable y alarmante.
De los cinco continentes del globo, África es el país donde la comunidad LGBT+ enfrenta los mayores abusos, agresiones y violaciones a sus derechos.
Sudáfrica es el único país donde la comunidad LGBT+ ha encontrado cierta seguridad y estabilidad. Sudáfrica es el único país del continente donde existe el reconocimiento a parejas del mismo sexo.
En otros países del continente la situación es terrible. La homosexualidad está criminalizada por razones políticas, religiosas y sociales. Como se sabe (afortunadamente), la homosexualidad es una condición meramente natural. Por ello es importante destacar que SIEMPRE ha estado presente en la historia del continente.
En el Antiguo Egipto se sabe de la existencia de Khnumhotep y Niankhkhnum, probablemente la pareja de varones homosexuales más antigua del continente. Se sabe también de manifestaciones homosexuales en Lesotho (donde el lesbianismo es tolerado hasta cierto punto) y entre guerreros del Congo y el África Central. También se manifestaron expresiones de travestismo en tribus antiguas.

Situación legal

La presencia del Islam en el norte de África complicó la situación dada la intolerancia total de esta religión a la homosexualidad. En Marruecos, Argelia, Libia, Tunicia y Chad (los países africanos de influencia musulmana) la homosexualidad se castiga con la pena de muerte.
La situación no cambia mucho al sur del Sahara. Nigeria también la condena con pena de muerte. En países como Camerún, Guinea, Senegal, Sierra Leona, Kenia, Tanzania, Namibia, Zambia y Zimbabue, cualquier expresión sexo-diversa es ilegal y se persigue con penas que van desde la prisión hasta la tortura.
Además de la situación legal, la homosexualidad también está fuertemente despreciada de manera social. Muchas personas ven a la homosexualidad como una “herencia” o un “vicio” heredados del colonialismo europeo.
En otros países no está penalizada siempre y cuando se practique íntimamente, “a puerta cerrada”. Aquellas personas homosexuales, tanto hombres como mujeres, tiene que pasar por terribles actos de vejaciones e invasiones íntimas en caso de ser “sorprendidos” viviendo su sexualidad. Esto incluye terribles “revisiones médicas” absolutamente invasivas, expuestos a golpes y humillaciones por turbas en la calle y a expresiones crueles e inhumanas.
¡Los homosexuales son peores que los cerdos!
¡Ni mi a mi perro le permitiría ser homosexual!
Estas terribles expresiones son escuchadas con frecuencia de parte de sociedades sumidas en la total ignorancia. En Ghana, un presidente se refirió a la homosexualidad como “una peste”.
Otra terrible sombra que se cierne sobre la comunidad LGBT+ en África es la epidemia del VIH/ SIDA. La mayor parte de personas infectadas con el virus del VIH se encuentran en el África subsahariana.
Por desgracia, aún en muchas sociedades y culturas, el VIH y el SIDA siguen siendo ligados con la homosexualidad.

¿Hay esperanza?

En medio de este panorama desolador la pregunta es: ¿hay esperanza? Por fortuna hay destellos que hacen albergar una posibilidad de un cambio en el continente.
Por ejemplo, en Cabo Verde las personas trans han logrado ganar reconocimiento y cierto respeto en la sociedad. En Costa de Marfil, la comunidad homosexual ha formado una especie de guetto donde incluso han desarrollado un peculiar código de comunicación a base del desarrollo de un lenguaje especial.
En algunos países como Gabón, la República del Congo, la República Centroafricana y la Guinea Ecuatorial, entre otros, la presión de grupos de activistas en favor de los derechos de la comunidad LGBT+ han logrado ciertas reformas políticas para despenalizar la homosexualidad.
Ya diez países africanos han firmado la Declaración sobre Orientación Sexual e Identidad de Género de la ONU.

Esperamos por las millones de almas que habitan en este continente, que su situación política, económica y social cambie radicalmente, pero en especial, esperamos que la luz de la razón y el conocimiento brillen en particular por ese porcentaje de personas del colectivo LGBT+ que viven un infierno en su tierra solo por el hecho de tener una orientación sexual diferente a la de los demás. La humanidad aún tiene muuucho camino por recorrer….