
La lluvia dorada, ha sido parte del repertorio sexual humano, por mucho tiempo, su historia se remonta hasta la Grecia Antigua.
Existen prácticas sexuales poco habituales, principalmente porque se encuentran en la línea de la higiene humana.
Se le denomina escatológicas, a tales prácticas, debido a que obtienen placer con aquello que expele el cuerpo, como puede ser la orina, excrementos, vómitos, propios y ajenos.
En el caso de la orina, conocida esta práctica como ‘lluvia dorada’ o golden shower, aunque oficialmente se le denomina, ‘urolagnia’.
Puede parecer broma para algunos, pero hay quien está muy interesado en saber y eso establece una línea de consideración, sobre hasta dónde podemos llegar por complacer a la pareja sexual.
Y la respuesta es sencilla: Siempre se puede ser más puerca.
La lluvia dorada, golden shower, urolagnia o también conocida como «deportes acuáticos, consiste en la acción de orinar o ser orinado y en algunos casos llegar a beber la orina.
La lluvia dorada, ha sido parte del repertorio sexual humano, por mucho tiempo, su historia se remonta hasta la Grecia Antigua, de cuya Mitología, proviene su nombre.
La joven Dánae (hija de Acrisio, rey de Argos, y Eurídice) fue encerrada por su propio padre en una jaula de bronce, debido a que el oráculo había advertido al monarca que sería asesinado por su nieto.
El Dios Zeus, encaprichado de la joven Dánae y ya sabemos que Zeus era un calenturiento y como todas las historias donde engendra a un hijo fuera de su relación con la Diosa Hera, debe transformarse para cumplir sus deseos carnales.
Por lo que para poder introducirse a la jaula de Dánae, Zeus, decide convertirse en lluvia dorada para así caer sobre Dánae y dejarla encinta.
De dicho embarazo nació Perseo quien, siendo ya adulto, cumplió la profecía y mató (accidentalmente) a su abuelo Acrisio.
Parte de esta historia podemos verla en la película «Furia de Titanes» de 1981, cuyo guion a cargo de Beverley Cross se basó en el mito griego de Perseo.

Fuente: La fábula griega que dio nombre a la parafilia ‘lluvia dorada’