La última excentricidad estética a la que parece que están sucumbiendo algunos hombres, es inyectarse botox en el escroto para lucir unos testículos tersos y libres de arrugas.
Expertos señalan que relajar con inyecciones de bótox el músculo subcutáneo, que es el responsable de que se formen arrugas en el escroto, ayuda a que la piel quede lisa y parezca que los testículos son más grandes.
Esta moda, originada en Estados Unidos, ha recibido el nombre de ‘scrotox’, cuesta más de 60 mil pesos mexicanos (3200 euros) e imposibilita al paciente para mantener relaciones sexuales durante seis semanas, y su efecto es de entre cuatro y seis meses, como cualquier toxina botulínica.
Al relajar la piel del escroto parece que los testículos son más grandes, pues no están escondidos y asoman más hacia afuera, pero también hace que cuelguen más y esto da sensación de envejecimiento genital, de acuerdo con algunos hombres que ya se han practicado este procedimiento estético.
Los músculos del escroto se contraen y relajan para acercar o alejar los testículos, y así conseguir que tengan una temperatura constante.
Pero cuidado: si alteras estos músculos, también se puede llegar a afectar la producción de espermatozoides.