2. Revisa tu coche. Aunque los autos están diseñados para todo tipo de climas, el frío invernal afecta particularmente a la batería, la cual puede perder más del 50% de su carga. Se trata de uno de los elementos más sensibles, así que hay que revisar su estado continuamente para evitar sorpresas y, si es necesario, reemplazarla.
Ahora bien, los caminos en invierno suelen estar húmedos o congelados (dependiendo de la zona geográfica del país), por ello hay que extremar precauciones con nuestros neumáticos, cuidar que el dibujo sobre el caucho se encuentre visible, lo cual es de suma importancia a la hora de frenar y mejorar la tracción; por otra parte, si el dibujo está liso, cuarteado o reseco, son señales de que es hora de un cambio. Otras consideraciones importantes son la revisión de faros de luz, frenos y limpiaparabrisas.
3. Atención al motor. En invierno la limpieza de los motores es fundamental por el clima, por ejemplo, en enero de 2018 el Servicio Meteorológico registró las temperaturas más bajas en la historia de 22 estados del país, éstas provocan que los residuos producidos por el motor no se evaporen y se adhieran con mayor facilidad a las partes exteriores, por lo que es importante programar una limpieza.
Asimismo, usar una gasolina aditivada mantendrá las válvulas de admisión e inyectores del motor libres de suciedad. Normalmente, los motores tienden a acumular depósitos en su interior, lo cual produce una pérdida de potencia, mayor emisión de contaminantes y más gasto para los conductores. Finalmente, hay que procurar que la cantidad de gasolina en el tanque se mantenga por encima de la mitad, esto para que no se forme humedad.
4. Conduce inteligente. Lo primero para tener una conducción certera es arrancar el motor sin pisar el acelerador, usar la primera marcha sólo para el inicio, para cambiar a segunda velocidad tras dos segundos o seis metros, aproximadamente. Posteriormente, hay que comenzar nuestros viajes conduciendo lentamente; al respecto, algunas asociaciones internacionales recomiendan 20 kilómetros por hora en cinco segundos para ahorrar un 11% de gasolina. Finalmente, hay que mantener la velocidad lo más uniforme posible, buscar fluidez en la circulación, evitar frenados, aceleraciones y cambios de marcha innecesarios.
Con esta serie de acciones aprovecharemos más la gasolina estos días que cierran el año, que nos permiten reflexionar lo vivido y proyectar nuevas rutas de vida.