SEVILLA.- Durante los meses de abril y mayo de 2014, días antes de la Semana Santa, activistas de los derechos laborales y feministas, portaron la reproducción de una vagina para protestar por el despido de una empleada de una empresa de autobuses, también por el 1 de Mayo, Día del Trabajo.
Por las calles de Sevilla ha transcurrido la procesión del “Santísimo coño insumiso” y el “Santo Entierro de los Derechos Sociolaborales”, organizada por mujeres feministas, una de las cuales es mexicana y dos organizadores de la manifestación del 1 de Mayo en Sevilla por los derechos laborales.
La acusación ha sido promovida por la Asociación de Abogados Cristianos, que señaló que “durante la marcha, anarquistas y feministas radicales realizaron diferentes vejaciones de la fe cristiana”, sin embargo su denuncia fue rechazada por una jueza.
“Vamos a seguir saliendo con nuestras vaginas a la calle para seguir luchando”, dijo a El Español, Antonia Ávalos, inmigrante de origen mexicano.
“Nuestra intención era llamar la atención, de ahí que utilizáramos un símbolo muy sevillano: una procesión”, detalla Rocío Ballesta. Pero detrás de la fanfarria las participantes querían poner de manifiesto su reivindicación “por los derechos reproductivos de la mujer” o “visibilizar la doble discriminación laboral, por ser mujeres y por la reforma del Gobierno”, señalaron al periódico local.