
(México DF 27 de agosto ¿?-Ciudad de México a 6 de agosto del 2017)
Era la década de los 90, cuando El Taller era administrado por Alfredo Martínez, era verano, y hacía mucho calor después de un Martes de El Taller, empezó la música y con la temperatura que subía dos chicos se subieron a las mesas se quitaron las playeras y entre el sudor y el agua que algunos meseros esparcieron reconocí a Miguel y a Roberto, ambos masculinos, chaparritos y muy fogosos.
Paso el tiempo y reconocí a Roberto como uno de los meseros de El Taller, siempre amable y atento, le gustaba el look leather, siempre estaba atento a las pláticas, y nunca le faltaron condones, cuando los pedía en la barra, Roberto o «Chaparrito» como algunos cariñosamente le decían, siempre atento en todos los eventos de El Taller y el Almacén, fueran Los Martes de El Taller, los Jueves de Cabarét, los raves o las fiestas de fin de mes, el «Chaparrito» ahí estaba, luego por cuestiones administrativas El Taller, cerró y volvió abrir en modo “buga”, y en ese inter lo pude ver en una clínica especializada en la calle de Benjamín Hill.
En los últimos años estuvo trabajando en El Nuevo Vaquero, siempre amigable y muy apreciado por los parroquianos, a quienes contaba chistes o hacía comentarios sarcásticos los cuales lo mínimo que te sacaba era una sonrisa, por lo cual era muy apreciado. Hizo de la sonrisa un arte y del joteo una diversión.
En junio todavía tuvo el gusto de ir al cine para ver “La Mujer Maravilla”, era fan de Joan Sebastian, Miguel Bosé, Madonna y de Pet Shop Boys entre otros; cinéfilo de corazón, aunque no menospreciaba el teatro. Roberto crió con cariño a Natasha una cánida que fue su compañera inseparable.
En junio fue internado en el Hospital General, del cual salió el 5 de julio. El 5 de agosto fue su último posteo en Facebook.
¿Tienes información que pudiera ayudar a completar este obituario? Contacta a
Foto y datos tomados de:
https://www.facebook.com/