“…un hombre que supo construirse animado, cariñoso, entregado y comprometido contra viento y marea. Lo conocí cuando sediento de conocimiento llegó a IMESEX a principios de los 80 y desde el primer momento a todos nos sedujo, la última vez que nos vimos fue en la presentación de mi libro en la ENAH y comprobé que seguía siendo un hombre sabio que buscaba en otros conocimientos, emociones y coincidencias. Un gran hombre, un cómplice de emociones floridas; nunca nos dejará porque muchos recuerdos nos mantendrán unidos…”
Durante su formación en IMESEX, una canción lo marcó de por vida “Hay que venir al sur” de Rafaella Carra. Toño, era un enamorado de los animales, tuvo varios amigos cánidos como: Mafalda y Guajira. Antonio tenía gusto también por el ballet clásico y contemporáneo. A pesar de que era discreto con su vida privada, Antonio era abierta y orgullosamente gay. En 1981, un compañero de la carrera de medicina, Andrés Castuera, lo invitó a trabajar en APAC, al mes lo corrieron ya que en un evento para los niños, donde los maestros tenían que ir disfrazados, y Antonio fue disfrazado de obispo, se le ocurrió contar un chiste grosero a sus compañeros, por lo que lo llamó Castuera y le dice que la directora ya no quiere que siga ahí trabajando.
A partir de abril de 1983 lo invitan a trabajar en la Universidad del Valle de México para iniciar un Centro de Educación Especial y dar clases en psicología y pedagogía. Al tener varios alumnos que estaban en terapia psicoanalitica y escuchar sus cuestionamientos, en 1984 inicia su formación como psicoanalista en el Círculo Psicoanalítico Mexicano. En 1989 no da clases en la UVM por el cambio del plan de estudios de la UNAM a la SEP.
Ese mismo año, una compañera de la DGEE, le comentó a Toño, de una plaza como Coordinador Nacional del programa de prevención del retraso mental, en el Departamento de Biomédicas de la UNAM con sede en el Instituto Nacional de Pediatría. Toño, se quedo con la plaza. Ahí Toño tuvo dos logros: lograr la Norma Oficial Mexicana para el Tamiz neonatal e implementar el programa a nivel nacional, así como obtener como coautor: el Premio Reina Sofía en España por el Programa de Tamiz Neonatal, junto con un excelente equipo de trabajo.
En 1987, Toño cambio de docente de asignatura a docente de tiempo completo en la UVM para jubilarse. En el 2003 en la UVM, obtuvo el grado de Maestría en Ciencias de la Educación. Y en el 2010, después de casi 30 años de dar clases en psicología, decidió solicitar la beca para estudiar Psicología en el Programa de Licenciaturas Ejecutivas.
Antonio falleció mientras dormía.
Agradezco a Xabier Lizarraga su interés para realizar esta semblanza.
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