En el mundo del espectáculo, dentro del género del Cabaret, existe un subgénero conocido como Burlesque. El burlesque se enfoca en rutinas donde se ridiculiza o parodia algún tema a través de sketches, pantomima o números musicales.
Muchas variantes han surgido de este llamativo subgénero hasta llegar al Neo-Burlesque, que se enfoca principalmente en rutinas de temática sexual. Una artista de Neo-burlesque realiza llamativas rutinas de baile con diálogos cargados de humor, con una fuerte carga sexual.
Dentro del burlesque también se puede realizar el striptease, pero de manera fina, elegante, artística, sin caer nunca en la vulgaridad, sino con una impicación sexual discreta, que sugiere más que obviar.
Ejemplos claros de artistas del Neo-burlesque los encontramos en Gypsy Rose Lee, máxima estrella del burlesque americano del siglo XX, o en épocas más recientes a la bellísima Dita Von Tesse.
El célebre Crazy Horse de Paris, es considerado hoy en día, uno de los centros principales del Neo-burlesque.
¿El burlesque es solo para mujeres?
Pero ¿el Neo-burlesque es solo para mujeres? Absolutamente no. Hoy en día existe una variante de este género realizado por hombres. Se le conoce como “Boylesque”.
En este nuevo y fascinante sub-género, son ahora los hombres los que se visten con sensuales trajes que pueden ir desde el encaje y el satín, hasta el cuero y las fibras sintéticas.
Perfectamente maquillados y luciendo vistosos dijes de pedrería, plumas, lentejuelas, abanicos y hasta fuetes, estos caballeros aparecen en el escenario a realizar divertidas rutinas de baile cargadas de sensualidad mientras pueden realizar acrobacias o realizar algún sketch cómico.
Todo desde luego exagerado, remarcado, haciendo referencia a ese tono burlón que es la piedra angular de un show de burlesque. Su maquillaje tiene mucha influencia del estilo clown. El travestismo está permitido, pero tampoco es indispensable.
El mundo del Boylesque
No se trata de un show de strippers ni mucho menos de una suerte de table dance. Aquí cada rutina está cargada de arte, de estilo, de un remarcado sentido de estética.
Obviamente, a diferencia del burlesque tradicional realizado por mujeres, el estilo del boylesque es un poquito más “rudo”. Los movimientos y expresiones corporales de un hombre son mucho más bruscos que los de una mujer, pero ese es precisamente el toque que hace tan singular y atractivo este peculiar género.
Y hay que aclarar además que no se trata de un espectáculo homosexual. No todos los artistas de boylesque ni todos los que frecuentan este tipo de shows son homosexuales. La sexualidad aquí nada tiene que ver con el arte.
La estética si juega un papel fundamental en el género, pero tampoco es excluyente, pues hay artistas de boylesque con físicos esculturales muy definidos a otros muy delgados o robustos. Lo importante aquí es saber “pisar” el escenario y tener gracia e ingenio para las rutinas.
Orígenes del sub-género
Se cree que las raíces del boylesque se remontan a la década de los 1980s, y se cree que fue el artista John Sex quién popularizó esta nueva área del género al aparecer bailando rutinas de electro punk en los clubes nocturnos neoyorquinos.
Sin embargo, se considera al bailarín John Ferguson “Tigger”, quién inició los espectáculos masivos de boylesque cuando se presentó en un escenario de un club de strippers realizando rutinas femeninas que emulaban Gypsy Rose Lee, Bettie Page o Dirty Martini. Su show llamó muchísimo la atención y comenzó a popularizarse en centros nocturnos. Hoy en día, los shows de boylesque se han popularizado en recintos como el BB King Blues Club and Drill, Le Poisson Rouge o el Nuyorican Poets Café, en Nueva York.
También existen campeonatos. En 2012 se realizó el primer Festival Boylesque de Nueva York, creado por los artistas Jen Gapay y Daniel Nardicio. También hay festivales similares en Viena, Australia y Paris.
Sin duda alguna, el arte no conoce de géneros. El trabajo de estos artistas es sumamente llamativo y original. Si algún día tienen la oportunidad de acudir a uno de estos eventos, no dejen de asistir. Ojalá y en algún momento, estos espectáculos también se popularicen en el mundo Latinoamericano.
Chequen este documental sobre el mundo del Boylesque realizado por Curtis Ryan Woodside en 2015