MONTEGAY.- A muchos nos ha pasado. Publicamos algo en Facebook que de inmediato es considerado inapropiado para la red social. Así, un desnudo artístico puede verse pornográfico o un artículo sobre la palabra PUTO, puede entenderse como discurso de odio.
¡Ay Facebook! Si tan sólo no confiaras tanto en tus “putos” algoritmos y leyeras antes de bloquear una fanpage.
Y es que tal atropello ha ocurrido en perjuicio de “El Clóset es para la ropa, no para las Personas”, la comunidad LGBT más grande de México en Facebook, que ha sido suspendida durante una semana, luego de que se publicara un artículo de la revista Nexos de José Ignacio Lanzagorta, titulado “No seas PUTO”, dijo a U!M Héctor Aguirre, creador de El Clóset
Dicho texto aborda las complejidades del uso del término “puto” y todo lo que ello implica.
“Es una palabra muy importante para todos los que nacen con pene. Que si no le pegó bien al balón, puto. Que delató al infractor frente a la maestra, puto. Que le dio miedo brincar la barda, puto. A veces parece que se dicen “puto” más que “güey”. Y es que, notas, cada vez que se lo dicen entre ellos son menos putos o por lo menos les da lo mismo. Le vuelven a pegar al balón. Brincan la barda. Se someten a algún ritual de redención tras la traición frente a la maestra o bien le apuestan al olvido. Listo. Ya no son putos… al menos por ese día. Tú sí. Tú siempre serás puto y no hay nada que puedas hacer”.
Sin embargo Facebook no ha atendido la petición de revisión del veto sobre El Clóset, que sería resuelto con un simple vistazo al artículo de fines enteramente ilustrativos y contrario a todo lo que pudiera entenderse como discurso de odio.
Héctor Aguirre, también dijo a U!M que la página estárá de regreso el martes, fecha del término de la sanción impuesta injustificadamente por Facebook.
Otros casos de censura
En noviembre del 2015 Ulisex!Mgzn publicó el caso de El Obituario LGBTTTI Mexicano de Archivos y Memorias diversas que fue censurado por Facebook al publicar una esquela sobre Eduardo Malagón, la cual había sido enviada por su viudo, pero que la hermana del difunto denunció “por respeto a su madre y a su familia”, acción que en su momento abrió el debate sobre si como comunidad tenemos derecho a la memoria de nuestros seres queridos, y además fue un ejemplo de cómo el clóset se convierte en una herramienta a para castigar la identidad de los familiares incómodos.