El legado de Pablo Leder en el Teatro, es un referente histórico para la Comunidad LGBT, pues sus obras retratan los clamores de una época marcada por el incipiente Movimiento LGBT y la pandemia del SIDA.
(Santa Rosalía, Baja California Sur 22 de junio de 1942-Ciudad de México 1 de noviembre del 2019)
Pablo Leder, nació en el seno de una familia de origen judío polaco que huyó del régimen nazi. Durante su niñez, la familia Fastag-Leder se instaló, en la Ciudad de México.
Sintiéndose atraído por el mundo de la actuación, en 1960 ingresó a estudiar en el Instituto Andrés Soler, la escuela de actuación de la Asociación Nacional de Actores de México, su madrina de generación fue la propia María Félix “La Doña” y Luis de Llano Palmer.
Pablo fue galán juvenil en algunas fotonovelas. Una de sus primeras actuaciones fue en “Las zapatillas rojas” de Hans Christian Andersen, en el papel de Jemmo en el teatro Esperanza Iris compartiendo créditos como: René Molina, Jaime Cortés, María Gómez, Mabel Martín y Antonio Alcalá entre otros.
En el Instituto Andrés Soler, Pablo se destacó de manera particular en la clase de pantomima que impartía en dicho recinto el director, actor, escritor y psicomago Alejandro Jodorowsky. A partir de ese momento, Pablo colaboró con Jodorowsky en una gran cantidad de obras teatrales bajo su dirección como: “Cruce de vías” de Carlos Solórzano y “Escuela de Bufones” de Michel de Ghelderode.
De estos montajes se destacaron: “El juego que todos jugamos” y “La ópera del orden”, la cual se caracterizó por causar controversia en su época porque aparecían algunos actores utilizando accesorios femeninos. “La ópera del orden”, provocó cartas y llamamientos a la censura, que motivó al encargado de la Oficina de Espectáculos: Octavio Peredo a prohibir la obra.
Pablo conocería en aquel entonces a la crema y nata del “ambiente homosexual”: Ramón Prida, Wencho Mont e Ignacio Orendain, Leder se codeaba con la realeza homosexual del momento.
Debido al contexto de prejuicio social existente en las décadas de los 60 y 70, En una ocasión el montaje fue interrumpido por una redada judicial y sus actores fueron detenidos, en otra, después de realizar una fiesta en una casa particular, invitados y actores fueron arrestados por realizar una “Orgía Hippie”. En otra ocasión, el camión donde viajaba la compañía fue agredido a pedradas en un pueblo.
A finales de los años 60, Pablo Leder ganó un concurso para ser el doble del actor canadiense Adam Keith, de entre más de 200 aspirantes, fue el elegido para participar en este millonario e internacional proyecto. Durante varios meses estuvo en compás de espera hasta que le avisaron que por diferencias entre los productores se cancelaba el proyecto. Por aquellas fechas entre sus amores se encontró una persona muy significativa: Juan Jacobo Hernández.
Del teatro incursionó al cine. Pablo actuó en “Fando y Lis” (1968), la primera cinta dirigida por Jodorowsky. En 1969 fungió como asistente de Jodorowsky en una de sus cintas más recordadas: “El Topo”, conseguir al actor que encarnaría al Topo, fue algo difícil, el casting que se realizó para ello fue desgastante y al final, Pablo descubrió al único que podía hacer ese papel, el mismo Alejandro Jorodowsky. En aquellas fechas Pablo, frecuentaba la Zona Rosa y una de sus cafeterías preferidas era El Carmel, donde se juntaban chicos de “ambiente” para platicar de literatura, cine y ¿porque no? conocer otros chicos y ¡quizás, ir a una fiesta! Ahí conoció a algunas bellas travestis, como: Gina, Terry Holiday y las gemelas Cardoso.
En 1972 también asistió a Jodorowsky en la filmación de “La montaña sagrada”. En ese mismo año, debutó como director en el segmento “Una cena de Navidad más como cada año en casa de una familia feliz como tantas familias”, de la polémica película “Pubertinaje”. La cinta fue producida por Jodorowsky y el otro episodio dirigido por José Antonio Alcaraz. Esta película causó un escándalo en la censura de la época por tocar temas como el travestismo y la homosexualidad, su publicidad decía: “El extraño viaje al universo de la sensualidad y la perdición. Pubertinaje y Libertinaje en un mundo de magia, erotismo y corrupción. Una experiencia para el nuevo cine mexicano”. La película estuvo enlatada durante seis años y se estrenó con una distribución y promoción prácticamente nulas. Hoy en día esta película, se encuentra desaparecida.
En 1973, Pablo conoció a la actriz y cantante Irma Serrano “La Tigresa”. Se convirtió en asistente de la maestra Maricela Lara en la producción de la polémica obra teatral “Nana”, protagonizada por “La Tigresa” en el Teatro Fru Fru. A partir de ese momento Pablo alternó su trabajo en el teatro y el cine. Por aquellas fechas Pablo Leder y Pedro Sáenz trabajaron en la coreografía de la película “Cuando Tejen las Arañas”, con Alma Muriel y Raquel Olmedo.
Ese mismo año, el 15 de septiembre, Pablo Leder asistió al certamen “Señorita Fiestas Patrias”, realizado en el restorán Venta Viejo de las Mercedes, evento realizado por la Reyna de Reynas: Xóchitl. El Chato Cejudo fue el conductor de tan notable show que pedía rigurosa etiqueta. Asitiendo como invitadas especiales las señoritas ganadoras de los certámenes: Verano, Otoño y México (1973-1974), con invitadas de honor, varias reinas de belleza desde 1964.
En 1975, Pablo realizó una pequeña participación en la cinta “Un amor extraño”, con Sasha Montenegro y Julio Alemán, dirigida por Tito Davison. En 1976 fungió como asistente de producción y casting y colaborador del libreto de la cinta “¿No oyes ladrar a los perros?”, de Francois Reichenbach y protagonizada por el actor Salvador Sánchez. En ese año, Leder se mudó a París, Francia, donde radicó durante un año para colaborar en una película con Jodorowsky, proyecto que no se concretó. En esos años, publicaba una serie de dibujos en El Heraldo de México en la sección de Fábulas de Pablo Leder.
Pablo presentó a Jodorowsky con Irma Serrano en 1977. Este polémico binomio dio como resultado el montaje teatral “Lucrecia Borgia”. Sin embargo, las diferencias creativas entre ambos generaron un conflicto que derivó en que ambos estrenaran de manera simultánea su propia versión de la obra.
Pablo colaboró con “La Tigresa” en una serie de exitosas obras: “Yocasta Reina” (1978), “La guerra de las piernas cruzadas” (1979) y “A calzón amarrado” (1980, basada en el libro autobiográfico de “La Tigresa”). Pablo fungió como director y co-autor del guion de dichos montajes junto a Serrano. En 1979, Pablo Leder abandonó su restaurante macrobiótico –ubicado en río Tiber No. 47- para irse de gira a Los Ángeles California con: Chóforo, Mauricio Iglesias, Polo Salazar, Fernando Lepe con la obra: «El Palacio Negro de Lecumberri», donde interpretó al joto de la prisión.
En 1981 Pablo fue co-autor del guion de la película “El Sexo Sentido”, de Rogelio A. González y protagonizada por Andrés García. En el teatro, Pablo creó el concepto “Teatro de Medianoche”, una serie de polémicos montajes dirigidos a un público estrictamente adulto en el Teatro Fru Fru. Estos montajes comenzaban a las 00:00 horas y usualmente usaba un lenguaje que servía de gancho para el público: “Esta obra contiene fuertes y escabrosas escenas. Las mujeres que deseen verla, pueden hacerlo bajo su propio riesgo y responsabilidad”, por ejemplo.
A pesar del escándalo que causaron por su contenido casi pornográfico, lo cierto es que fueron producciones con una gran calidad en cuanto a detalles de producción (escenografía, música, vestuario etc.) La obra que inauguró este concepto fue “Emmanuele en vivo”, montaje creado a partir del éxito de la franquicia cinematográfica Emmanuelle, con la actriz francesa Sylvia Kristel. Otros exitosos montajes de este concepto fueron: «Reclusorio para señoritas» (1982) y «¡Vampira!» (Emanuele de ultratumba) (1983) esta última con: Roberto Peñuelas, Sergio Heros, Ruben Recio, Alejandro Duarte y Karen Castillo, Leticia Olvera, Yaulcara entre otras.
En julio de 1981, fue entrevistado por Jesús Magaña con el titular: “Soy original y polémico, pero no vanguardista: Pablo Leder», donde Pablo lució su agilidad, frescura y puntualidad. Ese mismo año, Pablo participó en un curso organizado por elevisa para agregar talento teatral a sus filas. Pablo consiguió ser un destacado participante del curso por lo que el productor Valentín Pimstein le ofreció la oportunidad de co-dirigir la telenovela “Vanessa”, protagonizada por Lucía Méndez. Sin embargo, la polémica que envolvía a las obras teatrales de Leder no fueron bien vistas por la televisora, y le condicionaron a abandonar el teatro, Pablo no aceptó, rechazando la telenovela y fue así que continuó en el mundo teatral.
En 1984, Pablo fue contactado por un empresario estadounidense con el fin de llevar a Irma Serrano e Isela Vega (en ese entonces las actrices más polémicas de México) a Los Ángeles en una obra para el público latino. Pablo adaptó la obra “Emmanuele en vivo”, dando como resultado el montaje “Las Emmanuele”. La obra se estrenó en el Million Dollar Theatre de Los Ángeles. Un error del promotor (que llevó la obra con una clasificación «A», para todo público), causó un problema y la actriz Isela Vega fue detenida por la policía. La situación se arregló y el montaje causó sensación. Ante este éxito, Leder co-produce el montaje en el Teatro Fru Fru en la Ciudad de México, con el mismo éxito de taquilla. Ésta fue su última colaboración con “La Tigresa”.
Pablo siempre recordó con cariño a La Tigresa, sus cumpleaños que se celebraban cada 9 de diciembre en su casa del Pedregal en donde había música, tequila y a donde acudía Lola Beltrán y María Victoria.
Ese año montó “Pedro Infante no ha muerto”, una obra en que retrataba al violencia doméstica hacia la mujer, la misoginia y el machismo mexicano, obra que Pablo Leder retiró de cartelera pese al éxito de la obra por las amenazas de Cruz Infante, acusándolo de “lucrar” con el nombre de Pedro, la actriz Elsa Benn se rapó en el Zócalo capitalino como protesta por la violencia que se vivía en el país y así pelona interpretó su papel de “María” en esta obra.
En 1987, Pablo fungió como asistente de producción y casting de la galardonada cinta “Gaby: Una historia verdadera”, de Luis Mandoki, con la actriz argentina Norma Alejandro.
En 1989, se reúne con Jodorowsky fungiendo como asistente de casting y producción de la cinta “Santa Sangre”. Hacia la década de los 90 Mario Helo y Pablo, produjeron, escribieron y dirigieron un show con “Los Cachunes” (Alfredo Alegría, Fernando Arau, Lily Garza, Lupita Sandoval, Tito de Mara, Gerardo González, José Flores, Alejandro Guce, Alejandra Espejo, Rosita Pelayo, Gigy Fernández, Adriana Melcaf, Rodolfo Rodríguez, Pepe Magaña, Adrián Ramos, Manuel Gurría y Alma Delfina Martínez), presentándolos en una temporada exitosa en El Hotel de México”.
La aparición del SIDA
Durante la pandemia del SIDA, Pablo como muchos otros perdieron infinidad de amistades, su cruzada por el erotismo y la libertad sexual se vieron fuertemente criticadas por una sociedad mojigata, que quería moralizar a la sociedad, por ello Pablo se unió al esfuerzo de Nancy Cárdenas para dar una respuesta desde el teatro a la pandemia, en palabras del propio Pablo, recordemos aquel año de 1989:
“… Adrián Cubillas y yo recorrimos la república mexicana con la obra «SIDA…así es la vida» que dirigió Nancy Cárdenas. Cuidábamos de la logística de la gira, de las funciones y de la taquilla. Jorge Estévez productor, consiguió miles de condones de la secretaría de salud, para ser repartidos en el público y promover el «sexo seguro». Adrián y yo lo hacíamos: en la puerta obsequiábamos un envoltorio transparente con dos condones a todo hombre que ingresara, (en una época en que la palabra condón se mencionaba a escondidas). Las reacciones: risa, nervios, enojo, indignación, estupor, etc. y nunca lo mostraban a las mujeres. Algunas curiosas se nos acercaban a mirar y casi ninguna sabía lo que eran ni para que servían, solo los gays apreciaban con gusto el regalo y nos pedían más. Fue una aventura teatral diferente, divertida y excitante pues en el ambiente predominaba mentalmente la imagen del pene (con o sin condón).”
Entre fines de los ochenta y principios de los 2000, Pablo fungió como productor y director de montajes como: “La Sexycienta”, con Isela Vega, “Pecado en la Isla de las Cabras”, con Manuel Ojeda, Margarita Isabel y Ligia Escalante, “Deseo bajo lo Olmos”, con Sonia Infante y José Carlos Ruiz (1991), “Mi amigo es una dama”, con Sonia Infante, “Casémonos juntos”, con Rebecca Jones, “Invítame a Mentir” con Juan Ferrara y Cecilia Gabriela (1993), el musical “Sugar’95”, con Itatí Cantoral y Alberto Mayagoitia (1995), “La boda del padrino”, con Juan Ferrara y Victoria Ruffo –escenografía de David Antón- (1996) y “Drácula” (2000), con Alejandro Camacho, entre muchas más.
¿Quién no lo recuerda como director de “La Ronda de las Arpías”?, en 1991, obra producida por Chespirito, con Pablo dirigiendo a: Rosita Quintana, Alejandra Meyer, Isaura Espinoza, Lourdes Deschamps entre otras actrices. También llevo los cuentos “infantiles” al público adulto como “Blanca bolas y los 7 enanos pelones” con Charly Valentino, Wanda Seux y el novel Adrián Uribe.
En 2013, Pablo fue galardonado por su trayectoria con la Presea Caridad Bravo Adams, por la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM). En la última década, Pablo también se había dedicado a promocionar eventos culturales y a impartir conferencias motivacionales enfocadas en la equidad de género, la violencia intrafamiliar, el manejo de emociones y la autoestima, varios de ellos con la participación Rebecca Jones y Angélica Aragón, entre otras celebridades.
Fue en 2017, que Pablo publicó su primer libro titulado «Hubo una vez…antes del SIDA», en el que hace un relato de la homosexualidad del México de los años sesenta y setenta.
Pablo narra en una historia principal y treinta testimonios, una antología genuina y sincera de cómo se vivía la homosexualidad en el México de la época. Pablo se inspiró en experiencias personales y de gente cercana a él. En el libro se habla de la doble moral imperante en la sociedad, encuentros sexuales clandestinos, la carencia de puntos de reunión para la diversidad sexual, los abusos, la homofobia, los inicios de las operaciones transexuales en México y muchas otras cosas más.
Una parte del libro recoge también las experiencias vividas por Pablo durante su estancia de un año en París. El prólogo del libro corre a cargo de Alejandro Jodorowsky.
Pablo era generoso y compartía con sus fans, amigos y conocidos sus vivencias y también sus saberes, provocaba a la plática y al intercambio de ideas, siempre tenía espacio para sus amistades. Tuve el privilegio de poder convivir con él y conocer el proceso de búsqueda de editorial de su primer libro, gracias a Gerardo Gutiérrez, quien llevaba ya años conociéndolo. Pablo fue un colaborador del Obituario LGBTTTI Mexicano, con los datos que generosamente brindaba en su perfil de FB.
Pablo no solo fue vegetariano, fue un hombre que adoraba los animales, desde los pájaros hasta su perrihija Musa, su caniche que le iluminaba los días.
Los últimos días de Pablo
Ya en su plenitud, Pablo haría valida su famosa frase: “El cuerpo envejece, más no el espíritu”. Al final de su vida, obtuvo el apoyo de Jesús Calzada director de la SOGEM que en distintos momentos escribió a Pepe Magaña para que le pagara a Pablo Leder, los derechos sobre “La Sexycienta”, Pepe Magaña hizo caso omiso a las justas reclamaciones.
Pablo, preparaba junto a Gerardo, asistente y amigo un nuevo libro titulado: “Así fue”, que plantea una interesante mirada de anécdotas misteriosas e inéditas acerca de su vida. Pablo se encontraba escribiendo y corrigiendo este texto al tiempo en que se prestaba para pequeños videos de jóvenes directores con quienes tenía complicidad, cuando su salud se vio comprometida, recibió el apoyo de Jesús Calzada para ingresar en varios hospitales, hasta su último ingreso en el Instituto Nacional de Nutrición, habían confundido una trombosis pulmonar con una neumonía.
El 8 de octubre fue la última vez que compartió una de sus anécdotas en Facebook, a partir de ahí hubo un silencio.
El 30 de octubre, recibí una llamada de su celular, su hermana me contestó creyendo que yo le había llamado y me comentó de su ingreso al hospital, y los datos que compartí a Juan Jacobo Hernández, quien tuvo la oportunidad de despedirse de su gran amigo y cómplice de juventud. Según el judaísmo, 30 días antes del fallecimiento, el alma se va desprendiendo del cuerpo poco a poco y es tal vez el momento en que se va despidiendo de los personas queridas.
Pablo no perdió el sentido del humor. Pablo Leder falleció la noche del 1 de noviembre, su sepelio se realizó el domingo 3 de noviembre en el Panteón Israelita de México a las 10 am en Sur 144, al sepelio asistieron: Luis Perelman, Antonio Bertrán y Juan Jacobo Hernández.
Para efectos legales su nombre era Pablo Elias Fastag Leder.