(México DF a 4 de julio de 1935-Ciudad de México 10 de marzo del 2016)
Director, investigador y maestro.
Néstor fue egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de La UNAM (1964-1972), donde también estudió Luminotecnia (-1979). Estudió en el Colegio de Literatura Dramática y Teatro en 1972.
Además de fundador del Seminario de Experimentación Teatral de la Facultad de Filosofía de la UNAM; fundador y director del Seminario de Teatro Helénico en México, miembro de Poesía en Voz Alta. Profesor de Dirección e Historia del Teatro en la licenciatura de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM. También era miembro honorario en el Seminario de Cultura Mexicana. Miembro Honorario de la Sociedad Sor Juana Inés de la Cruz. De 1970 a 1975 se desempeñó como director del Taller de Teatro Político en la UNAM, además era fundador y director de la preparatoria Antonio Caso desde 1973.
Néstor fue un reconocido investigador (noviembre de 1972 al 2016) tomando destacando los siguientes trabajos: “El diálogo como género dramático”, “El teatro cubano revolucionario”, “Teatro pánico”, “Teatro de Bertolt Brecht” y “Teatro de Ramón del Valle Inclán”. Como director escénico, destaca su trabajo en “No es cordero que es cordera, paráfrasis de León Felipe”; montaje por el que recibió el premio a la mejor puesta de teatro estudiantil y mejor puesta teatral de búsqueda.
Desde 1997, Nestor se desempeñaba como Coordinador del Colegio de Literatura Dramática y Teatro, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Para Néstor López Aldeco, el gran creador del teatro era el autor, en segundo lugar, el director, “Que hace otra obra con base en la primera. El director conforma, dá acción, cristaliza el espectáculo en el escenario, en colaboración con el actor”.
Fundador también de la Compañía del Repertorio del Departamento del entonces Distrito Federal, consideraba fundamental apoyar a las nuevas generaciones de autores teatrales para brindarles la posibilidad de montar sus obras.
Néstor fue un hombre abiertamente gay, maestro, amigo y consejero de personas como: Xabier Lizarraga, Luis Armando Lamadrid y Gonzalo Valdés Medellín, Gonzalo Blanco, entre otros autores, directores y actores. Xabier, lo recuerda de la siguiente manera:
«Qué triste noticia, mi querido Néstor López Aldeco, maestro y amigo; en la preparatoria (1966-1968) me abrió puertas al conocimiento que me hicieron crecer, me presentó autores, a personas que me maravillaron. Creyó en mí, me estimuló a no dejar nunca de intentar hacer, crear, construir aquello que bullía en mi.
Gracias a este bello hombre de ojos violeta por haber sido parte de mi vida y dejarme ser parte de la de él.»
Nuestro querido Gonzalo Valdés Medellín lo recuerda de la siguiente manera:
«Néstor López Aldeco tuvo -para mí- un lugar muy especial, entrañable,entre los maestros de la carrera de Literatura Dramática Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde lo conocí en 1982, siendo mi maestro en la materia de Teatro Griego. Hombre dotado de gracia, de encanto, de sabiduría, de cálido frenesí por la vida, Néstor López Aldeco fue siempre un magnífico maestro y un gran ser humano. Fue director escénico de notables puestas como por sólo mencionar algunas El semejante a sí mismo o Los desfiguros de mi corazón, adaptación de la novela de Sergio Fernández, un prodigio de montaje en el Foro Sor Juana del Centro Cultural Universitario, en los años 90.
Por azares del destino, Néstor se haría entrañable amigo de mi madre, yéndola a visitar con mucha frecuencia a nuestra casa en la calle de Chopo, donde pasaban ambos largas y muy amenas tardes-noches platicando «las cosas de los dos», decían.
Siempre, Néstor fue un gran apoyo moral para mí en esa época y en otras, en ese tiempo y en el actual. Siempre atento a mis cosas, no dejaba de celebrarme, de manifestar su admiración por mi trabajo y por mis guerras particulares. «Eres admirable», me decía toda vez que hablábamos, con su voz suave, dulce y paternal, y yo no podía dejar de sonrojarme.
Lo recuerdo lleno de vitalidad entrando al aula de la Facultad de Filosofía y Letras, cargando una buena canasta de humor y buena vibra con que nos deleitaba a todos los entonces muy jóvenes estudiantes, entre quienes recuerdo a Sidarta Villegas, Elia Domenzain, Rafael Perrin, Alejandro Soto, Luz Emilia Aguilar Zinser,l Daniel Giménez Cacho,Edgar Alexen, Luis Mario Moncada, Fernando López, entre quienes vienen a mi memoria.
Siempre decía estar muy orgulloso de todos nosotros. decía que había muy pocas generaciones «tan brillantes» como la nuestra, y creo que tenía razón.
Por su amplia y abundante cabellera que en ese entonces presumía con donaire, desparpajo y retador aliento gay, a Néstor se le apodaba cariñosamente “La Leona”.
Me impulsó mucho cuando hice mi espectáculo «Todos los Novos, el Novo», en homenaje a Salvador Novo (1986). Y aún siendo desertor de la carrera, nunca me hizo reclamo alguno, sino al contrario, siempre fue un maestro de la vida, estimulante y generoso (…)»
La actriz Lucero Lander, quien estudió y trabajó con el maestro en la puesta en escena “El misántropo”, comentó que le debe mucho a Néstor López Aldeco, ya que en su juventud le enseñó las bases de la actuación y agregó: “Murió como los justos, en su casa, ya que él no quería acabar en un hospital”.
Fue velado en Gayosso de Félix Cuevas.
Con información de:
http://www.arts-history.mx/sitios/index.php…
http://www.cultura.gob.mx/…/45074-nestor-lopez-aldeco-desta…
https://www.facebook.com/nestor.lopezaldeco