«La Educación no cambia al mundo: cambia a las personas que van a cambiar el mundo».-Paulo Freire.
¿Se han preguntado para qué sirve la educación? Los sistemas están hechos para cuestionarse y modificarse, y el sistema educativo de México no es la excepción. Debemos criticar, analizar y proponer mejoras al sistema educativo y a sus instituciones. A final de cuentas, la educación es una herramienta para trascender.
Ir a una institución a sentarse por horas a escuchar a un maestro que, algunas veces, tiene aires de superioridad, puede ser estresante e incluso frustrante. La pregunta aquí no es por qué yo debería de aguantar durante años a esos maestros, sino, por qué quiero yo llegar a superar a ese maestro que tengo enfrente.
¿Y qué si les dijera que estudiar no es la única forma de superación que existe? Pareciera que toda esa gente con maestría y doctorado que aún no logra el éxito (sea lo que eso sea para cada quien) tienen miedo a que alguien venga a decirles que uno puede desarrollarse como ser humano y como persona de negocios NO sólo a través de la escuela.
Como dato adicional del INEGI, (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Investigación) en México los habitantes de 15 años y más tienen 9.1 años de escolaridad en promedio, lo que significa un poco más de la secundaria concluida. Siendo así, la historia de chica que desertó de la preparatoria de manera «consciente» y que está agarrando fama nada más por ser un fenómeno de Internet, no tiene nada de especial.
Esta joven, que tanto se dice estar en contra del sistema, está justo en donde el sistema quiere que esté: cómoda y quejándose en redes sociales sin estar haciendo algo de provecho en realidad.