El Coro Gay de la Ciudad de México, viajó recientemente a Nueva York, a presentarse junto con el Coro Gay de esa ciudad. El recibimiento fue exquisito y el aplauso, de pie.
Se dice fácil, pero los coros de ciudades como N.Y. o San Francisco, llevan cerca de 40 años trabajando y más de 200 integrantes cada uno, y los mexicanos apenas unos años y no superan los 40 así que, recibir tal invitación, representa un enorme reconocimiento a su trabajo y esfuerzo, especialmente cuando vivimos en un país donde la cultura coral y en general la educación musical, ha quedado prácticamente enterrada en el olvido.
El Coro Gay de la Ciudad de México, además de ser un digno representante de la diversidad sexual y cultural de la ciudad, se convierte en un mensajero que, por medio de la música y el arte, brinca fronteras, deshace prejuicios, derrumba muros y brinda esperanza a miles de personas.