Reconciliar, me parece la base del renacimiento de esta ciudad, ese resurgir que necesariamente debe tener como incubadora la brillante y profusa cultura que la habita, desde esta entretejiendo lazos con las comunidades, pueblos y barrios de la capital enriqueciéndose, como una nueva Alejandría, de aquello que aportan sus visitantes, de la diversidad que transita y habita la ciudad de los palacios, la ciudad de los pueblo y barrios.
Esta ciudad que al mismo tiempo en su más austral resquicio en la alcaldía Milpa Alta nos permite plantar los pies sobre una fértil tierra de cultivo y al norte en Gustavo A. Madero caminar el ardiente pavimento símbolo de la más rabiosa urbanidad; es esta ciudad la que debemos reformar, mas no reconstruir.
Es necesario partir de una base, de un zócalo que cimente el nuevo telpochcalli. Esa base existe ya, la hemos trabajado por años entre todas y todos los creadores, promotores culturales, talleristas, estudiantes y demás trabajadores de la cultura que hemos sido juntos.
No debemos desenvainar la espada para luchar ferozmente contra malignos gigantes imaginarios desgastando nuestra fuerza en una fútil lucha que al final nos destruya a nosotros mismos; al contrario debemos combatir en la defensa de lo ya logrado, sin autoritarismo, sin cerrazón a la cultura, entendiéndola esta como diversa y profusa no como única e inmóvil, no con una sola concepción de ella, la nuestra.
Debemos, por el contrario reconocer el esfuerzo y la labor de quienes han hecho cultura en la ciudad, dignificar ese trabajo, como dijo Ricardo Flores Magón “La dictadura de la burguesía o del proletariado, es siempre tiranía y la libertad no puede alcanzarse por medio de la tiranía.” No seamos tiranos. Esas sólidas bases no llaman a reformar no a reconstruir.
La cultura no se lleva a las comunidades, no se trata de un bien privado cuyo monopolio pertenece a la clase media ni a la academia; la cultura no es sino popular, democrática y diversa. La cultura se promueve y fomenta ahí, en las comunidades y a partir de quien las conoce, trabajando en conjunto no imponiendo. Hagamos un voto por la reconciliación de esta ciudad que tanto lo necesita.