Hasta que el rating nos separe: Crónica de la ilusión nacional

Hasta que el rating nos separe: Crónica de la ilusión nacional

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No me atrevería, pues eso sería terriblemente irresponsable, a asegurar que toda la planilla de “informadores” de Noticieros Televisa tuviera conocimiento de que la información que difundían fuera falsa, pues tenía una minuciosidad absoluta, incluso se hablaba del mobiliario exacto que rodeaba a “Frida Sofía”; se anunciaba con una certeza basada en la utilización de tecnología de última generación como radares y detectores de calor. Se mencionaron contactos regulares con la niña, a la que incluso se había podido ver ya a través de una cámara.

No estoy seguro, repito, de que deliberadamente se difundiera una mentira, sin embargo de lo que sí estoy seguro es de haber identificado un manejo tendencioso de la información. La siniestra alianza entre Televisa y el Gobierno Federal, mostraba una estrategia comunicativa encaminada a construir una imagen precisa y magnificada del absoluto control que el gobierno tenía de la situación de emergencia, se aclaró en varias ocasiones que dentro trabajaban cuadrillas de rescate gubernamentales coordinadas extraordinariamente por la Marina y el ejército mexicano, que el mismísimo secretario de educación se encontraba en la zona, para personalizar la presencia del Gobierno Federal. Se construyó el escenario como el símbolo de la tragedia, así literalmente llamaron en noticieros televisa a la escuela “Enrique Rébsamen”. El magnífico rescate significaría la glorificación del Gobierno, culmen del orden y la eficiencia, la tragedia se construía como el salvavidas de un gobierno ya sin credibilidad.

Pero todo falló, y esta siniestra construcción se derrumbó. Todo era una pasmosa mentira, no sabemos si orquestada por una mente enferma o un imbécil, pero sí sabemos que nos la trasmitió la misma alianza que produjo un ficticio y espectacular operativo que rescato a una víctima de secuestro y detuvo a una sanguinaria secuestradora francesa. Es aquí donde esa siniestra alianza se quebrantó, el rating los separó. La maquinaria informativa, la fábrica de sueños, se desmarcó de inmediato de la información que durante más de 24 horas había cubierto heroicamente Danielle Dithurbide. Nuño jamás pidió a su propia secretaría un padrón de estudiantes y personal de la escuela, que debe estar registrado ante la SEP, para ir cotejando con las listas de heridos y fallecidos, para llevar un control más certero.

Lamentable, inconcebible. Sin embargo esto confirma algo ya muy dicho, existe una alianza siniestra entre el Gobierno y la más poderosa empresa de contenidos informativos en el país y de habla hispana; que la tragedia, es ante todo, un producto comercial para los medios de comunicación y un activo capitalizable para los políticos y los gobiernos. Una credibilidad, ya de por sí dañada, del Gobierno y de Televisa, principal agencia publicitaria del Gobierno, está ya en el suelo. Jugaron con la ilusión nacional, con la esperanza de una sociedad civil. Con afán de protagonismo y reconocimiento, la formaron “detrás de la línea” porque la pericia y la alta tecnología en manos del Gobierno es lo único necesario para salvar al país. Llamando a no caer en la falsa información, que las redes sociales mienten y no sirven de nada. Que burla, cuanta lástima me dan.

En cambio, no me queda más que felicitar a la sociedad, que, pese a todo, salvó a decenas de personas de entre los escombros, que se alimentó a sí misma. Desde la caótica falta de organización que sirvió de pretexto para que el Gobierno y sus instituciones tomaran el control de las zonas del desastre y del rescate, la sociedad civil buscó esperanzas reales y encontró victorias tangibles.

Felicitaciones #FuerzaMéxico

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