
Kleo, conocida también como «Lucrecia Es Harto Cuerda» en FB, era hija de Leticia Flores. Ella juró haber repetido dos grados en preescolar; estudió en la escuela secundaria técnica 37, unidad Morelos. Estudió en la Universidad Autónoma Metropolitana, así como en la Universidad Autónoma de Querétaro. Como maestra que era, le importaba mucho los procesos pedagógicos, no en balde estuvo presente en junio del 2014 durante el VI Congreso Nacional de Educación Alternativa organizado por la CNTE. Kleo, adoraba a los niños, fueran sus alumnos, fueran sus sobrinos.
Hacia mayo del 2014, Lucrecia ya era asidua asistente a la disco bar “La Jungla”, allá en Acámbaro, Guanajuato, incidiendo en la publicidad para fines de visibilidad contra la lesbogaybitransfobia.
Kleo admiraba profundamente a Gabriela Mistral y estaba emocionada con la historia de amor de ella con Doris Dana. Lucrecia era una mujer que amaba escribir y que se mostraba de una manera poética:
“Notas para una imaginaria… soñandotenoencuentro las palabras, a fragmentos… Yo, la ilegal como siempre te diré que te extraño.
Desde el interior, no logro dominar los sentimientos, que se esfuerzan por salir, por habitar un huequito en el decir. Medio aturdida, aquí me acomodo entre el deseo y el anhelo, sé que he estado soñando, e imaginando que eres un poema. A ratos yo te beso, y en mis delirios te abrazo.
Porque ya no somos jóvenes, a la distancia te acaricio, justo ahora, que sé que si mi propia voz hablara, dejaría de ser tú sombra, pero no quiero, no quiero apartarme de ti. Pase lo que pase con «nosotras» el deseo vivirá en mí, ¡sí!!… aunque al tiempo se convierta sólo en el deseo de una sombra. Aunque al tiempo se convierta, sólo en el delirio de la danza savia de tu cuerpo.”
Kleo ya era una lesbiana visible cuando ingresó a La Tortillería Queretana, espacio donde colaboró con su entusiasmo, su alegría, su liderazgo, su inteligencia, su sororidad, marcando este grupo, con su presencia y ahora con su ausencia como se puede leer:
“Participó con La Tortillería Queretana, en diversas actividades por la Visibilidad Lésbica. En 2015, interpretó a la Diablita-buena-onda en La Lenchorela, luego acudió al taller de baile; en diferentes marchas feministas y contra la LGBTfobia en donde grito y cantó consignas con sus amigas, cómplices y compañeras, ella transportaba los tambores hechos con material reciclable y siempre que estuvo dentro de sus posibilidades, nos llevó de regreso a casa cuando la noche nos tomaba desprevenidas en un evento político. Kleo desde su trinchera luchó por la visibilidad de las lesbianas, por un mundo más justo y digno para nosotras.”
El 11 de febrero del 2016 participó en el foro sobre Familias, Derechos Humanos y no Discriminación. El 14 de febrero, comenzó su primer ensayo en la Lesbobatukada, con cucharas y garrafones, así de sencillo. En marzo, frente al Congreso del Estado de Guanajuato ella, junto con otras compañeras demandaron y exigieron la exigencia de Políticas Educativas y acciones contundentes en pro de los Derechos Humanos de Las Mujeres, así como programas educativos con visión feminista. En 2016 participó en el Encuentro Nacional de Activistas LGBT en Morelos, hay muchos tuvimos el gusto de conocerla y de coincidir y aprender de ella. En marzo del 2016, participó en la 6ta. Marcha Lésbica, ella sabía cómo dice la consigna, que las lesbianas visibles, son invencibles. En su visión la igualdad de derechos era total o no era:
“¡Sí no hay Derechos, no habrá pago de impuestos!, exigimos que se nos devuelva el pago de IVA, se nos hagan descuentos especiales en el transporte público, en los pagos de agua y luz, y que en la nómina se nos reintegre el impuesto al ingreso del trabajo, pues supuestamente no somos ciudadanxs con Derechos Plenos.”
Kleo o Lucrecia, era una mujer con un enorme sentido del humor, de una calidez y sororidad enormes, un compromiso con los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual a prueba de cualquier obstáculo. ¿Cuándo se iba a imagina siquiera que los movimientos terminarían en un puritanismo tal que una frase como la que ella posteaba “El fin, justifica los besos”, pudiera ser vista como políticamente incorrecta. Lucrecía tenía en sus ojos y su sonrisa la calidez y la picardía de una mujer que sabía y quería vivir. Lucrecia amaba a los animales, en especial a los perros y conejos, en especial su querida Lorena, una conejita a quien cuido con amor y cuya muerte a finales de enero, la sumió en la tristeza:
“Mi Lorencita murió. La atacó un animal por la noche, y caminó hasta llegar a mi ventana. Y ahí murió. La quise mover para enterrarla debajo de un árbol. Cada vez que lo intentaba pasaba algo raro, en fin, no la pude mover ni un centímetro. Hasta que le dije: » por favor ayúdame, no te puedes quedar aquí», esas palabras me hicieron creer que su voluntad era estar ahí. Y ahí la enterré, muy cerca de mí. Ojalá que la reencarnación exista. Y que regrese a mi vida… Porque es una delicia de compañera. Y me hace mucha falta”
El sentido de humor de nuestra querida Cleo era irreverente, gozosamente incorrecto y abiertamente lésbico y con mucha clase y albur, un ejemplo de ello lo podemos encontrar en el siguiente chiste:
“Ese era el chiste que hacía sobre La Doña.
«María Félix y yo, nos parecemos como dos gotitas de agua. ¡Sí!, aunque a mí no me gusta ver gotitas, ni ver gototas, ni ver gotear, lo digo con albur, (¡y ya!, la que entendió, entendió)
Kleo, Lucrecia, tenía una lucides en sus ideas y planteamientos, no sólo fue combativa, también reflexiva, en cuanto a los derechos, alcances y necesidades de las identidades lésbicas, les comparto un poco de su ideario:
“La identidad es una categoría amplia y compleja, incluso cambiante.
Lo grave es que haya exclusión de Derechos Civiles y no sólo por ser Mujeres, sino además por ser Lesbianas (doble laceración de Derechos)
Si pretendemos defender nuestros derechos sólo desde la preferencia sexual, los servicios se quedan en Derechos Sexuales y reproductivos. Y no se entiende que desde la infancia hay niñas que ya tienen una identidad distinta a la de la mayoría de las mujeres, es decir, que son lesbianas, y por ello no requieren de los modos de subjetivación que dicta la heteronorma.
Y al llegar a la mayoría de edad no serán simplemente mujeres: ni en lo sexual, ni en lo identitario, ni en lo político.
Por ello, los libros de texto y la Educación en General debe superar las taras y limitaciones del heterocentrismo”.
Lucrecia era solidaria con todas las mujeres, fueran de la preferencia sexual o identidad de género, que fueran, en contraste con las divisiones existentes ahora entre las mujeres cis y trans:
“Como han intentado obtaculizar el acceso al voto para la comunidad Trans, porque su imagen no corresponde con su nombre en el registro del INE. Deberíamos votar todas y todos vistiendo del otro sexo, como una forma de protesta y para visibilizar a una supuesta » minoría»
Y para vivir por un día todas las vejaciones que nuestrxs hermanas viven por su condición”
Lucrecia desapareció el 11 de marzo, su cuerpo fue hallado sin vida el 24 de marzo. Su cuerpo fue velado en Paracuaro Gto. Calle Independencia no. 43 Para cuestiones legales, su nombre era María Guadalupe Hernández Flores. Lucrecia, Kleo María Guadalupe sentenció el 10 de marzo del 2016 que: “En el Estado de Guanajuato no se investigan los delitos de violencia hacia las mujeres, ni los feminicidios, no se giran órdenes de aprehensión ni sentencias aunque se tengan datos del responsable”.
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