El Sábado 17 de Junio asistí a la Marcha de la Diversidad en Monterrey, es la segunda vez que lo hago aquí y no pude dejar de notar las cosas que aún nos faltan, además de no tener un gran apoyo del Gobierno, no tenemos apoyo de nuestra misma comunidad, exacto el problema esta en la raíz, y a pesar de que fueron miles personas, aún se siente que le falta gente.
No es necesario ver huecos en la multitud como para darse cuenta de como personas de la comunidad LGBT en redes sociales insultaban, criticaban y desprestigiaban la misma marcha sin conocer o haber asistido alguna vez.
Comentarios que van de “A eso van a la marcha, a exhibirse”, “Nos dejan en ridículo”, “Yo por eso no voy, no quiero ser parte de esa vergüenza”, en mi mente sólo pienso que si uno no se ve representado en la marcha, uno debe de ir a representarse y a mi parecer yo no vi a nadie haciendo ninguna cosa depravada ni algo que ofendiera a alguien.
Vi parejas que iban de la mano, familias con hijos, familiares heterosexuales apoyando, incluso hasta mascotas, al parecer en estos tiempos ser feliz y demostrarlo también ofende, no necesitamos insultar a nadie con el puro hecho de mostrarse libre y alegre ya estas haciendo sentir mal a los demás, lo malo de esto es que es un problema que viene de mucho tiempo atrás y es muy difícil cambiar este tipo de pensamientos, por más que Monterrey quiera crecer, no deja de ser una ciudad con mente pequeña.
Si pudieran darse la oportunidad de no intentar discriminar, ni rechazar a las personas que son de la misma comunidad LGBT, probablemente quienes no pertenecen a ésta, empezarían a cambiar poco a poco.
Cada vez me doy cuenta que el rechazo viene más de adentro que de afuera.
