
Mi nombre es Ramiro, tengo 23 años y quiero compartir mi historia de adolescente.
Cuando tenía 15 años, mis papás se separaron, porque mi hermana mayor les confesó que era lesbiana. Ella, como no fue aceptada por mis papás ni mis abuelos, decidió irse de la casa.
Los problemas empeoraron cuando mi mamá descubrió que mi papá ayudaba a mi hermana económicamente. Eso, para ella era como aprobar que era lesbiana.
Como mi mamá es muy católica, comenzó a hostigar a mi hermana por teléfono diciéndole que vivía en pecado por que es lesbiana. Ante el rechazo de mi hermana, mis papás comenzaron a discutir. Mi papá cada vez estaba más de acuerdo con su decisión y mi mamá más en contra. Eso terminó de distanciarlos hasta el punto en que en menos de un año ya se habían divorciado.
Mientras todo eso pasada, yo estaba solo y veía como todos en mi casa peleaban y se herían porque a mi hermana le gustaban otras chicas. Comencé a tener miedo de confesarles que a mí me gustan los chicos.
Un día, luego de que en mi escuela me estuvieron molestando, llegué muy triste a mi casa. Mi mamá estaba gritándole a mi hermana por teléfono, diciéndole que se sentía avergonzada.
Yo me metí a bañar y sin mucho pensarlo, harto de las cosas, le quité la navaja a un rastrillo y me corté las venas.
No sé qué pasó después. Pero evidentemente no morí. Desperté en el hospital dos días después. Mis papás me preguntaron que porqué lo había hecho. Y cuando les dije, se pusieron a llorar.
Comprendieron lo mucho que los necesitaba en ese momento, y comenzamos, juntos en familia, un proceso que nos ha llevado a aceptarnos mutuamente. Mis papás siguen divorciados, pero mi hermana ha vuelto a la casa.
Afortunadamente, pudieron salvar mi vida y puedo ver a mi familia, sino unida, por lo menos que sigue amándose. Mis papás viven separados, pero creo que pronto regresarán. ❤️️❤️️😄
Nunca más intentaría algo similar. Si hubiera muerto mi familia seguiría separada y lo peor, triste.
Gracias por leer mi historia.