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Fui convidado a la premier de una película documental que me ha dejado pensando por días: “NO SOY TU NEGRO” (Próximo estreno en cines comerciales).

Conforme la cinta iba transcurriendo, no pude dejar de pensar en lo poco que hemos avanzado en cuestiones de discriminación, especialmente a partir de los eventos que le han dado mayor peso en los últimos tiempos.

La película analiza el trabajo de tres líderes afroamericanos de los años sesenta, asesinados por trabajar en la defensa de sus ideales: Malcolm X, Martin Luther King Jr. y Medgar Evers, según lo narra en sus propias palabras, James Baldwin, un escritor e intelectual contemporáneo a ellos que formó parte de ese movimiento y que además, era gay.

Raoul Peck, director de la película, nos va narrando a través de publicaciones y videos, diferentes eventos que dan vida a las palabras de Baldwin, tomadas literalmente de un libro que no alcanzó a terminar. Las escenas son terribles, deprimentes y especialmente tristes cuando vemos documentalmente, los mismos argumentos discriminativos que encontramos recientemente en los argumentos en contra del matrimonio igualitario y de la comunidad LGBT+ en general; pero estas escenas sucedieron hace más de 50 años.

A lo largo del filme, cuyo material contiene muy poco color, las historias de estos tres héroes del movimiento norteamericano por los derechos Civiles, antecesor de la expansión del movimiento feminista y unos cuántos años antes de la revuelta de Stonewall en Nueva York, que desencadenara el movimiento de liberación homosexual, exponen, no sólo sus posturas de lucha, sino su lado humano, ya que Baldwin los conocía bien y convivía con ellos y sus familias. Tal vez sea esto lo que provoque tanta conmoción en el espectador: no son vistos como personajes históricos, sino como personas de a pie, y ello permite que nos identifiquemos plenamente, en especial aquellas personas que, por las razones que fueren, hayamos sido víctimas de discriminación en uno o más momentos de nuestra vida.

Omitiré todo comentario que se resuelva viendo el filme, pero puedo asegurar que, en especial en este momento histórico, nos ayudará a aclarar qué es esta amenaza discriminadora que se nos ha venido encima como personas de orientaciones sexuales disidentes, como mexicanos, como entes pensantes y como seres humanos.

La lucha resulta es la misma, en otro tiempo pero circunstancias muy similares.

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