El Presidente López Obrador, ha vuelto a dar una muestra de sus poderes metapresidenciales, pontificando la honestidad de la nueva Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel, quien es esposa de uno de los consejeros y contratistas más cercanos a AMLO, José María Riobóo.
La teoría de que el presidente es capaz de emanar honestidad, cada vez arroja más evidencias, pues ha quedado demostrado que sólo se necesita formar parte de su circulo cercano, para que cualquier acto de corrupción y/o conflicto de interés, quede perdonado, sea borrado o de sencillamente ignorado por la Justicia.
Un ejemplo es la relación con Manuel Bartlet, pilar del PRI en la elección fraudulenta de Carlos Salinas de Gortari, como presidente en 1988, López Obrador, logró que el heraldo del innombrable, quedara limpio de culpa por la caída del sistema en aquél fatídico año para la democracia.
La nueva ministra, que además se ha manifestado pro-vida y con reticencias a la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo, ya ha comenzado a recibir las mentadas por parte de quienes no creen que AMLO, emane honestidad y que ésta es relativa a que tan cerca te encuentres de él.