Cómo dejar de ser godínez sin dejar tu empleo.- Consejos del Tío...

Cómo dejar de ser godínez sin dejar tu empleo.- Consejos del Tío Gamborimbo

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Tío, la verdad es que odio mi trabajo, no sé por qué razón sigo aquí metido. Actualmente laboro en una empresa de telemarketing muy conocida, pero me vuelvo loco con las llamadas, los clientes, las presiones, los horarios y todo. ¿Qué puedo hacer para cambiar de aires?

Alberto, 23 años, Monterrey N. L.


El godinizmo es un mal que aqueja a millones de jóvenes y chavosrucos de países en vías de desarrollo. Se caracteriza por pudrir lentamente el alma de los empleados de segunda categoría en las cuadrillas de autómatas de las grandes empresas mundiales.

Tras egresar de la universidad con sus relucientes títulos de médicos, ingenieros o licenciados en ciencias de la comunicación, se topan con la cruenta realidad de que el sistema sólo tiene para ellos un cubículo, y ser un peón más atendiendo llamadas de clientes de otros países con sus problemas del primer mundo -y no el puesto de director de la empresa con el que le dijeron en su universidad que podía jubilarse-.

El ciclo del Godínez encierra todo un proceso de nacimiento, florecimiento, marchitamiento, descomposición y petrificación de la personalidad de un individuo. Y todo sin levantarse de su silla de oficina ergonómica al tiempo que junta puntos del Infonavit, paga su hipoteca o ahorra para su jubilación. Pero no debes sentirte desanimado, como tú hay millares que viven agobiados. Su principal problema: no saben qué coño hacer con su vida.

Algunos dicen que por algo existen las drogas, las putas, los casinos y las armas automáticas, pero son los más extremistas. En mi opinión, la mejor salida para este tipo de vidas miserables como la tuya es ganarse la lotería.

 Piénsalo bien, fue tu propia condición de godínez la que te impidió ver más allá de lo evidente y tratar de buscar la respuesta por ti mismo para ir en busca de un un tercero, o séase quien te escribe.

Sólo aquellos Godínez que hallan la solución a sus propios problemas son capaces de salir de su condición de esclavitud, situación que no es la tuya, y por ello, me atrevo a asegurar que tu mejor posibilidad para abandonar las filas del empleo formal es pegándole al gordo.

Dadas las circunstancias, lo que necesitas es seguir trabajando, tener  mucha paciencia y comprar el boleto ganador. No desanimarte es importante en dado caso que no tengas el golpe de suerte para que continúes en tu empleo y al final al menos tengas en qué caerte muerto.

Tú también pide consejo al Tío Gamborimbo.

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