Perder el miedo al VIH y disfrutar del sexo sin inhibiciones

En el marco del Día Mundial en respuesta al VIH y el Sida (Día Mundial de la lucha contra el VIH y Sida) he decidido escribir un poco, ya que como un hombre abiertamente gay y con una vida sexual activa, el VIH siempre ha sido un tema que ha rondado entre mis círculos cercanos…

El VIH es una de las epidemias más grandes que han perdurado al pasar el tiempo. En los 80s fue nombrado “el cáncer gay” al ser los hombres homosexuales, las primeras víctimas.   Con el paso de los años llegó a convertirse en un asunto de talla internacional, al alcanzar a todos los sectores de la sociedad. Así fue, por aquello de los 90s, cuando el mundo dejó de hacerse de la vista gorda y aceptó el problema. El VIH existe, no es un asunto de una minoría y nos está quitando la vida.

Muchos se fueron sin poder ver al mundo aterrorizado por este virus que no hacía distinciones de clase, de raza o de género. Muchos otros se han aferrado a la vida hasta nuestros días y no han dejado que sus voces sean calladas, aún cuando el sistema hoy en día, pareciera ver al VIH como un asunto normal, algo que ya está y no se irá.

En nuestros días, aún y cuando a las Organizaciones Internacionales pareciera habérseles terminado la “moda” del VIH, el problema sigue vigente.

Podemos mencionar como positivo que la cantidad de detecciones tempranas ha subido.

Esto suponiendo un buen resultado de las campañas que invitan a las personas a hacerse una prueba y conocer su estado serológico.

También el aumento en los tratamientos antirretrovirales, mismos que permiten a las personas con VIH tener una mejor calidad de vida, reduciendo el número de cápsulas, los daños y otras reacciones por su uso.

La existencia de nuevos mecanismos de protección, tales que, combinados con una adherencia al tratamiento antirretroviral, permite a las personas con VIH y sus parejas, sin importar sean seropositivas o no, tener relaciones sexuales más placenteras y disminuir el riesgo a una transmisión del virus.

Es de suma importancia tomar en cuenta la labor de organizaciones civiles que a través de trabajo comunitario e incidencia política, han logrado grandes avances en las diferentes poblaciones claves afectadas por el VIH.

El empoderamiento de jóvenes alrededor del mundo también es un aspecto importante de tomar en cuenta, ya que al ser la población mayoritaria del planeta, es imperativo que las y los jóvenes sean tomadoras y tomadores de decisiones en la búsqueda de la respuesta al VIH.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, más jóvenes en Latinoamérica han sido detectados seropositivos y hasta ahora, siguen perdiéndose vidas debido a la falta de acceso al tratamiento.

La disminución de los recursos a nivel internacional para trabajar en la protección y búsqueda de la cura. Situación que ha surgido a través de la falta de interés de organismos internacionales, quienes han normalizado el problema y han mencionado que ahora existen problemas de mayor importancia. Como si hubiera vidas que importan más que otras…

Los esfuerzos en mejorar las condiciones de salud están siendo rebasados por el VIH en países africanos dónde mujeres, jóvenes, niñas y niños pierden la vida a causa del Sida día a día.

Si bien, la protección a la dignidad y los derechos de las personas con VIH aumentó y se ha hecho visible el apoyo por parte de instituciones y organizaciones, la discriminación y el estigma por falta de información verídica y educación sexual integral, sigue perjudicando tanto a las personas con VIH como a sus parejas, familias y amistades. Esto convirtiéndose hasta en una causa de la pérdida de la vida de algunas de estas personas. Y sobretodo la cura, aún inexistente.

Aunque pareciera increíble, ni todos los avances científicos y tecnológicos han logrado encontrar la cura. Inclusive, el tema ha sido visto como una conspiración por parte de las farmacéuticas y demás industrias para seguir lucrando con el VIH y Sida.

Por último, me permito decir que necesitamos seguir adelante. No queremos que a nosotros, nuestras parejas, amigos, familiares y/o personas que conocemos les arrebate la vida el VIH. Les queremos con nosotros.

Queremos abrazarles y mantenernos juntos en esta lucha por la vida. Hagamos un llamado fuerte y duro hacia los gobiernos y servidores públicos sobre la importancia de estrategias verticales que promuevan una solución a este problema visto desde todas las facetas y rubros, desde el sector salud, hasta el sector económico, educativo y judicial.

Es momento de hacernos la prueba. De conocer nuestro estado. De vivir nuestra sexualidad libremente pero de manera informada. De perder el miedo al VIH y disfrutar del sexo sin inhibiciones. De la forma en que lo prefiramos y siendo conscientes de lo que eso implica. Es momento de darnos amor y vivir la vida intensamente.

Nos escribimos pronto.

Rubén, es presidente de UNESII  – Universitarios por la Equidad y una Sociedad Íntegra e Incluyente