Tan incómodo y falto de sentimientos como fue el universalmente conocido «Beso de Judas» o carente de sentido y belleza como el «Beso de Spiderman», el «Beso de AMLO» representa ahora un nuevo elemento en el menú nacional de memes y mames.
Hay que decir, que desde que asumió como presidente, AMLO, tomó el control de la agenda nacional. Durante 15 meses dijo y desdijo, sobre los asuntos más importantes desde su perspectiva.
Eso cambió a principios de este año, cuando las primeras encuestas, hablaban de una caída en el índice de aprobación: la fuente de su poder. Aún así, conservaba muy buenos indicadores.
El movimiento feminista fue contundente, un día con marchas y un día sin ellas, además de los días que antecedieron, evidenciaron la posición de AMLO, ante las mujeres: Le vale gorro el tema, entendimos.
Tan sólo unos días después de que el feminismo dominara la conversación nacional, otro tema que el presidente no había puesto era el de la pandemia del coronavirus. Otro asunto que vino a hacerle lo que el viento no le hizo a Juárez, es decir, golpear aún más su popularidad.
Aquí es donde aparece el beso, que tantos memes nos ha dado.
El pasado 20 de marzo, en una gira por Guerrero, AMLO presidente, estrechó, abrazó y besó a todo aquel que se le acercara, tal cual es su costumbre, mientras en la Ciudad de México, se anunciaba la jornada de la sana distancia.
Pasada por el arco de su triunfo, esta medida fue ignorada en lo simbólico y de manera fortuita, una idea encontró representación o significante, en una imagen que reunió varios elementos dignos de desaprobación.
Primero, además de representar una acción machista, ¡lo afirmaba! de forma explícita, al difundirlo en redes sociales. «Me la quería comer a besos, pero no puedo por la sana distancia. Es un primor».
Segundo, mezcló dos de sus últimos temas controversiales: machismo y falta de atención a la contingencia por la pandemia.
Y tercero, ofrece medios de prueba sobre las acciones o inacciones de las cuales se le responsabiliza. Independientemente de la posibilidad de que una fracción de tales elementos fueran satirizados o exagerados con fines políticos.
Aquí algunos de los mejores.
Aunque los detractores del presidente se encuentran en frentes totalmente distintos, la chairofifinormatividad lopezobradoriana, permite que a todos se les clasifique en el mismo grupo. Desde «la mafia del poder», hasta la ciudadanía descontenta con sus acciones.
El Tío Gamborimbo on X (formerly Twitter): «La #OposicionPerversa quiere hacerte creer que AMLO estaba besando a una niña indefensa, cuando en realidad le estaba acomodando tremendo kiko a Felipe Calderón. pic.twitter.com/PpqDm8NdbW / X»
La #OposicionPerversa quiere hacerte creer que AMLO estaba besando a una niña indefensa, cuando en realidad le estaba acomodando tremendo kiko a Felipe Calderón. pic.twitter.com/PpqDm8NdbW
Este último segmento, traducido en memes, como expresión intrínseca a la incapacidad de obtener justicia por un agravio en lo social, puede verse con determinado aumento, amenazando el primer lugar que Enrique Peña Nieto ocupa en esta materia.
Lo anterior, rechaza el argumento de la infalibilidad de AMLO y apoya la teoría de que ningún presidente es inmune a cagar la situación más de lo que ya pueda estar.
Por el bien de todos y por más memes que pudiera darnos, ese récord no debe ser superado. Pero la comunicación directa, vertical y descendente que le caracteriza, impide que el accionar entre el presidente y la sociedad, vaya en sentido inverso.
Lo vimos el día Internacional de las Mujeres, lo vemos durante esta contingencia por el coronavirus.