Me enamoré de alguien con quien trabajo y es menor que yo.-...

Me enamoré de alguien con quien trabajo y es menor que yo.- Carta para el Tío Gamborimbo

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Hola, te escribo muy preocupado estoy muy enamorado de un chico que está en la oficina donde trabajo, es menor que yo, tiene 21, y aunque él mismo me ha dicho que le atraigo pero no tendría nada que ver conmigo, yo le verdad es que no me trago ese cuento y quiero clavarle el diente, quiero todo con él. Dime, querido tío, qué puedo hacer para que ese chico que me trae arrastrando la cobija me diga que sí.

Leo, 34 años, Ciudad de México. 


En el mundo homosexual no deben preocuparte la diferencia de edades, pues es habitual desde la antigua Grecia que los efebos sean presa de los chavorrucos.

Sin embargo en el mundo laboral, esta dinámica está totalmente mal vista y se le conoce como acoso. Si no quieres perder tu empleo de godinez, debes pavimentar con sumo cuidado cada piedra en tu camino rumbo a ese culito que ansías con locura.

Pero antes de que te conviertas en el viejo libidinoso de tu oficina por andar cazando un chavito, permíteme recordarte que quizás su desesperación por machacarle los frijoles al susodicho, no es más que producto de tu crisis de los 30.

Debemos recordar que muchos hombres solteros, al igual que muchas mujeres entran en un periodo de desesperación y presión motivado por su entorno social que les exige no morirse sol@s para no dar lástima, principalmente a sí mismos.

A través de mi práctica psícológica/veterinaria/sexológica que las universidades se niegan a reconocer, he visto numerosos casos de treintones como tú que se sienten agobiados por el gasolinazo, por el precio de Netflix, de los cafés de Starbucks y principalmente porque se sienten solos y a punto de pasarse de maduros y entrar de lleno al proceso de descomposición en el que ellos consideran comenzará a correr la cuenta regresiva hacia la tumba.

Esto nos da la idea de que se trata de un prejuicio biológico, motivado por sus hormonas que están a punto de caducar, que les indican que  tienen que reproducirse… ¡aunque sean maricones!

En fin, tu búsqueda desesperada de «el verdadero amor» está justificada por el proceso fisiológico que estás viviendo hormonalmente, tal como cualquier mamifero en etapa reproductoria, una foca, una babosa o una perra como tú.

Durante esta etapa en celo, debes mantener tu cabeza fría si no quieres perder el estilo y ser sorprendido por el pito antivioladores, ese que reparten para espantar a predadores sexuales como en el que te puedes convertir si no controlas tu calentura, ni tu ímpetu efebofílico, re-direccionándolo a la Alameda, un sauna para caballeros, una obra en construcción o una tienda de Zara, lugares donde abundan los chacalitos o chichifos deseosos de conseguir un patrocinador solitario, interesado en llenar el vacío de su existencia con cariño comprado.

Tú también pide consejo al Tío Gamborimbo. Pícale aquí.

 

 

 

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